“No hay justicia en Venezuela”, por Naky Soto

Twitter: @Naky
La muerte del capitán Rafael Acosta Arévalo bajo la custodia del Estado luego de ser acusado de conspirar contra Nicolás provocó una condena global. El capitán murió el sábado sin que llegasen a celebrar la audiencia de presentación en el tribunal militar por su deteriorado estado de salud producto de torturas: «Lo torturaron hasta la muerte», dijo hoy su viuda, Waleska Pérez, a la WRadio de Colombia, exigiendo que le entreguen su cuerpo. «No hay justicia en Venezuela … estamos en una dictadura», añadió Pérez, quien solicitó respaldo y apoyo internacional para que le sea realizado un examen forense independiente que determine la verdadera causa de su muerte.
Homicidio preterintencional con causal
El Ministerio Público solicitó prisión preventiva para dos funcionarios de la Guardia Nacional, informó el fiscal general impuesto por la asamblea nacional constituyente, Tarek William Saab, a través de su cuenta Twitter. El teniente Ascanio Tarascio Mejía, de 23 años, y el sargento 2do Estiben Zárate Soto, de 22 años, son los presuntos responsables de la muerte del capitán Acosta Arévalo, ambos adscritos a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Se les imputó el delito de homicidio preterintencional con causal, acordado por el Tribunal 36° de Primera Instancia en Funciones de Control del área metropolitana de Caracas. Advierte Saab que “en las siguientes fases del proceso penal seguirá acumulando pruebas para obtener todos los elementos de convicción”.
Un cargo inadmisible
La muerte de opositores no es inusual en Venezuela, pero el “volumen” que alcanzó la consternación por este caso hizo que el régimen anunciara la investigación de las causas. En otros casos solo han negado las muertes o acusado “suicidios”, sumando un abominable historial de denuncias ignoradas con impunidad. Esta vez, el Ministerio Público está tratando de atenuar el crimen y reducir (significativamente) la pena de los culpables, porque en el homicidio preterintencional el victimario solo tiene la intención de lesionar, pero el resultado es la muerte: por ejemplo; una persona le da un golpe a otra, pero esta se cae y pega la cabeza contra el filo de una acera y muere. Si le añaden la perla del “con causal”, supone que la acción ejecutada por el culpable no fue suficiente para producir el resultado (la muerte); sino que es producto de circunstancias preexistentes desconocidas o de causas imprevistas. Y así, sacan a la tortura de la ecuación y con ello, evitan la aplicación de la Ley para prevenir y sancionar la Tortura.
Otras precisiones
Torturar al capitán Acosta Arévalo hasta comprometer sus condiciones físicas y a pesar de ello, llevarlo a un tribunal para su audiencia de presentación, prueba que su muerte no ocurrió por circunstancias preexistentes o por causas imprevistas. Murió por tortura, bajo la custodia del Estado. El Ministerio Público obvió esta condición del caso, como también obvió las denuncias previas de tortura por parte de funcionarios de la Dgcim; prescindió de cómo esas denuncias configuran un patrón y minimizó la responsabilidad del Estado por la vida del capitán. Para Provea: “se busca aplicar la menor pena posible a presuntos autores materiales del asesinato (…) evade imputar a autores intelectuales (…) se está favoreciendo la práctica de la tortura en Venezuela”. La directora de Control Ciudadano, Rocío San Miguel, apunta: “En la Dgcim, el mundo debe saberlo, no se hace absolutamente nada sin la obediencia y subordinación a los superiores políticos y militares”.
Comparen ustedes
Luego de ocho horas de retraso se celebró la audiencia del diputado Juan Requesens, a quien el régimen vincula con el supuesto atentado fallido que ocurrió el 4 de agosto de 2018. Joel García, abogado del diputado, informó que a Requesens le acusan de “homicidio intencional calificado con alevosía frustrado”; delito que supone la intención de matar de alguien que actúa a traición y sobre seguro de que no le va a pasar nada. García comparó la imputación contra los supuestos responsables del asesinato del capitán y la del diputado, calificando como vergonzoso nuestros sistema de “justicia” y aclaró: «No hay ningún juez que pueda condenar a Juan Requesens en estricto derecho, si lo llevan a juicio es por una orden política».
La conmoción de la Alta Comisionad
La principal funcionaria de derechos humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, se declaró consternada por la muerte del capitán: «Estoy conmocionada por la presunta tortura del capitán Acosta Arévalo, y porque el trato al que fue sometido mientras estaba en custodia puede haber sido la causa de su muerte», dijo en un comunicado. Bachelet exige una investigación «rápida, exhaustiva, eficaz, independiente, imparcial y transparente» sobre esta muerte, precisando que también puede constituir una desaparición forzada (prohibida por el derecho internacional) y exigiendo que se incluyan cargos por torturas. El viernes de esta semana Bachelet publicará un informe sobre los derechos humanos en Venezuela.
Otros pronunciamientos
La Unión Europea y las naciones más grandes de América Latina condenaron la muerte del capitán Acosta Arévalo y pidieron una investigación. Incluso México emitió una declaración poco común, expresando su preocupación por las violaciones de derechos y la falta de garantías procesales en Venezuela. Los expresidentes reunidos en la Iniciativa Democrática de España y las Américas (IDEA) urgieron a Gobiernos y cortes internacionales a actuar contra la tortura y la muerte en Venezuela. También el Ejecutivo alemán y el francés condenaron la muerte y urgieron a esclarecer cuanto antes este caso con una investigación independiente.
La tesis norteamericana
Según el diario The Wall Street Journal, para el gobierno de Trump la muerte de Acosta Arévalo es una apuesta de Nicolás para mantener a los militares en la raya por miedo. Elliott Abrams, el enviado especial de EEUU para Venezuela, declaró: «Este es un incidente particularmente brutal, sugiere preocupaciones reales dentro del régimen sobre la lealtad de los militares», añadiendo que «es muy difícil para [la oposición] sentarse frente a un régimen que está torturando y matando a los militares venezolanos de esta manera». Por su parte, el embajador John Bolton pidió a la comunidad internacional unirse “para hacer rendir cuentas al régimen ilegítimo de Maduro (…) por su uso continuo de la violencia, la represión y la tortura”, afirmando que estas acciones demuestran que no puede haber un diálogo de buena fe con Maduro, “quien lo utilizará como una táctica para mantener el control. No hay una solución viable para Venezuela mientras Maduro permanezca en el poder”, afirmó Bolton.
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Un joven de 16 años de edad perdió sus ojos luego de que funcionarios policiales le dispararon perdigones en la cara por participar en una protesta por falta de gas en Táriba, estado Táchira. La periodista Lorena Bornacelly narró: “La gente estaba con bombonas e igual dispararon perdigones (…) Hubo al menos otras tres personas heridas que prefirieron irse a sus casas por miedo a ser detenidos si iban al hospital”. Rufo Velandria es tendencia en Twitter porque la policía le vació los ojos. Es otro crimen de lesa humanidad. El chavismo es una abominación tras otra.