No rinde la gasolina en estaciones de servicio marabinas
Los usuarios pernoctan en alrededores de las gasolineras para no quedar sin su ración de combustible. A las 4.00 de la tarde las bombas ya están cerradas
Según la evidencia, la gasolina no alcanza para surtir en las diferentes estaciones de servicio de la ciudad. Las gasolineras amanecieron este martes 17 de diciembre con largas colas, durante la segunda jornada del nuevo sistema de llenado por número de placa.
Por ejemplo, al menos un 10 por ciento de las estaciones de servicio en la parroquia Bolívar amanecieron cerradas. Las filas de vehículos se incrementaron a lo largo de la mañana con la migración de usuarios que venían de otras bombas, movidos por el rumor de que no llegaría el carburante.
Estaciones como La Cosmopolita estaba desolada ante la incertidumbre de la llegada de las gandolas. Lo mismo sucedió en la bomba El Turf, de donde provenían algunos usuarios que preguntaban si iba a haber o no la gasolina.
En la bomba Bella Vista, René Aparicio (62), chofer de por puesto, expresó que «estoy desde las 6.00 de la tarde de ayer y no me he movido ni un centímetro desde que me estacioné porque a esta hora (9.00 de la mañana) no ha llegado la gasolina».
En la misma surtidora, Freddy Muñoz (53), empleado público, agregó que «lo positivo de esta bomba es que es más ordenada desde que sacaron a los efectivos militares y pasaron a manos de la Policía».
La gasolina se acaba temprano
El pasado lunes 16 de diciembre, primer día del plan de distribución, se pudo constatar que para las 4.00 de la tarde, estaciones de servicio como la Detroit, Cosmopolita, Full de Todo y 5 de Julio ya estaban cerradas.
Bomberos de las diferentes gasolineras, que prefirieron no identificarse, aseguran que las gandolas solo surten entre 14 y 28 mil litros en promedio, pero que la cantidad siempre fluctúa.
Igual situación se presentó en la Bella Vista, donde los usuarios aseguraron que este lunes surtieron 300 litros para 60 carros a razón de 50 litros para cada uno.
En la estación Santo Domingo la cola era larga producto de los bajones eléctricos, porque la interrupción del servicio exige el reinicio de las máquinas. Y en la bomba Pichincha recibieron una gandola que compartieron con Santo Domingo.
José Kristen (56), jubilado, se mostró satisfecho con el sistema de distribución. «La verdad es que hasta ahora están desempeñando una buena labor en la distribución y el apoyo como en mi caso, que tengo a mi esposa dializada y con mis soportes en mano, los efectivos militares prestaron la colaboración requerida».
Información: La Verdad