Nos toca reflexionar, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Para nosotros los cristianos católicos, desde el miércoles de cenizas hasta la pasión y resurrección de nuestro Señor son tiempos de profunda reflexión. Hoy, Viernes Santo, los invito a reencontrarse con su yo interior, a repensar lo que cada uno es y, por encima de todo, a ser mejores personas.
El país no está bien, es obvio. Ha avanzado –si lo comparamos con la paralización que nos dejó el año 2020 con la declaratoria de la pandemia de covid-19–, pero aún no somos lo que un día fuimos ni la República de primer mundo que la modernidad del planeta nos exige. Sin duda, para mirar a ese horizonte, debemos empezar por nosotros mismos.
Por eso dedico estas líneas, con profunda humildad, a hacer un claro llamado para reencontrarnos como sociedad, a respetarnos como iguales, a repensar el norte que anhelamos y entre todos fortalecer nuestro gentilicio.
Creo que desde el Estado deben dar el primer paso y marcar el ejemplo. Una primera y obligatoria parada, un necesario primer gesto, puede ser la liberación de los presos políticos, decisión que podría abonar el camino de la reconciliación nacional.
Si bien lo económico es trascendental, y temas como el del Sambil La Candelaria, son señas que debemos valorar –confiando en que vendrán muchas otras medidas en este sentido–; hay puntos de encuentro a los que debemos apuntar. El discurso de odio tiene que desaparecer en todos los extremos. Los radicalismos no han aportado nada a la reconstrucción del país. Marchemos en función de consensos que se traduzcan en soluciones reales.
Amenazas de lado y lado, insultos y ataques que solo generan contraataques no se corresponden con lo que el país espera de su clase política. Si cada uno pone su grano de arena podemos perfectamente lograr que las únicas rivalidades sean la del Caracas – Magallanes o la del Deportivo Táchira con el Caracas Fútbol Club.
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¿Qué suma? Que todos los que tienen puestos de administración de poder –local, regional y nacional– se ocupen de cogobernar por el bien de todos, con responsabilidad, sin distinción de colores políticos.
Me explico: Si usted es líder de un consejo comunal, actúe con ecuanimidad en función de todos los ciudadanos, sin ver tendencia política, sexo o religión. Nuestros vecinos son nuestros hermanos más cercanos, respetemos su dignidad y pongamos límites para hacer valer los derechos.
Hoy elevo una plegaria al Nazareno de San Pablo, ese que inspiró al gran Andrés Eloy Blanco a escribir “El limonero del Señor”, el poema que recoge la historia de su primer gran milagro que la tradición popular ubica entre los años 1696 y 1697, cuando Caracas fue aquejada por una terrible epidemia de vómito negro.
A ese Nazareno, del que los caraqueños somos devotos, elevo una oración y pido su intercesión para que obre otro milagro en Venezuela toda: que cesen las rencillas; que entendamos que todos cabemos en este gran país; que todos somos hermanos, cuyas desavenencias pueden resolverse en sana paz; y que muy pronto nos reencontremos con quienes hoy están regados por el mundo. Venezuela merece más ¡Amén!
@griseldareyesq
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.