Novedosa teoría sobre la delincuencia, por Simón Boccanegra
Quien se la comió fue Gabriela Ramírez, Defensora del Puesto, título que heredó de su antecesor, el inefable Mundaraín. Esta joven damita, que a pesar de su físico menudo, es de esas personas que, como decían los venezolanos de la Venezuela campesina, en frase un tanto chabacana, «se comen un burro con todo y enjalma y no eructan», colocó en orbita, en el escenario de una reunión internacional de ombudsmen, su genial teoría sobre el problema de la inseguridad ciudadana.
En resumen, la señora Ramírez explicó que lo del auge de la delincuencia es básicamente una «sensación» y que el chacumbelato tiene la solución: primero se combate la «sensación» y luego se enfrenta el residuo que ella deja, que es la delincuencia real, mucho menos grave que la «sensación» de ella. ¿Cómo se combatirá la «sensación»? Pues tomando medidas contra quienes son los responsables de que los venezolanos tengan esa incómoda percepción, que no son otros que los medios de comunicación. Si en el país se han producido once homicidios en cada uno de los 197 días que lleva corridos el año 2009, que se suman a los 14 mil que se cometieron en 2008, cuando los medios de comunicación publican esas noticias, nos ilustra la doñita Ramírez, crean una «sensación» de susto en la gente, porque, si a ver vamos, ¿por qué tanto escándalo por once homicidios diarios? Detrás de la «sensación» no hay en verdad mayor cosa. Si a usted le ponen una 38 en la sien para atracarlo, repítase mentalmente, como en un mantra budista, «esto es una sensación, esto es una sensación» y siga su camino… hacia el cementerio. Después que noticias de este tipo sean prohibidas por la Ley Luisa Ortega, sobre «delitos mediáticos», ustedes verán cómo la delincuencia deja de ser un problema. Este minicronista candidatea formalmente a Gabriela Ramírez para el Premio Príncipe de Asturias.