Nueva caída de los precios del petróleo lleva el barril a menos de $30
Los trabajadores de Pdvsa están exceptuados de cumplir la cuarentena exigida por el mandatario Nicolás Maduro para evitar la propagación del coronaviris. Los precios del petróleo venezolano en torno a los $28
El barril de crudo en Estados Unidos operaba por debajo de los 30 dólares el lunes, después de que las medidas de la Reserva Federal y sus pares mundiales no lograron calmar a los mercados y la producción fabril china se hundió a su mayor ritmo en 30 años en medio de la propagación del coronavirus.
De acuerdo a datos recogidos por la agencia Reuters, el referencial internacional Brent del mar del Norte perdía 2,96 dólares o un 8,74%, para colocarse en 30,89 dólares el barril.
Por su parte, el West Texas Intermediate (WTI) bajaba 1,81 dólares o un 5,7%, hasta llegar a los 29,92 dólares el barril.
La prima del Brent sobre el WTI estaba cerca de su cota más estrecha desde 2016, lo que restaba competitividad al crudo estadounidense en los mercados internacionales.
Con estas cotizaciones en el mercado internacional, el precio de la cesta petrolera venezolana refleja precios de 28 dólares. Muy por debajo de los 45 dólares por barril que recibía al cierre de 2019.
La industria petrolera venezolana -por cierto- continuará con sus operaciones normales, tras la cuarentena exigida por la administración de Nicolás Maduro para tratar de contener el coronavirus. En un comunicado enviado a los trabajadores petroleros este lunes, se señala que el sector queda exceptuado de cumplir con este mandato.
«La Comisión Presidencial Alí Rodríguez Araque para la Defensa, Recuperación y Reestructuración de la Industria Petrolera Venezolana, a través de la Dirección de Recursos Humanos, informa: los trabajadores de las áreas operacionales y productivas de hidrocarburos, gas y petroquímica, quedan exceptuados del cumplimiento de la cuarentena social dictada por el Ejecutivo Nacional, por lo que deberán asistir el lunes 16 de marzo, a sus respectivos espacios de trabajo, para garantizar la producción y distribución de petróleo, gas, combustible, lubricantes y de las materias primas resultantes de la petroquímica, para el desarrollo industrial de las cuales depende la Patria, y nuestras familias para superar la adversidad y la contingencia provocada por la pandemia coronavirus».
Se indicó igualmente que quienes laboran en áreas administrativas necesarias para las operaciones de la industria, como también los servicios de asistencia integral a los trabajadores, deberán asistir al cumplimiento de sus funciones, en estricto apego a los protocolos sanitarios y preventivos que se han dispuesto y siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
El resto de los trabajadores, previa autorización de los jefes de cada área, cuyas funciones son específicamente administrativas, deberán acatar la cuarentena social y mantenerse en comunicación permanente con las autoridades de la empresa, y articulados con los CPT de cada área industrial».
Las acciones
En una nueva reacción al impacto económico del coronavirus, la Reserva Federal de los Estados Unidos redujo nuevamente las tasas de interés y presentó una serie de programas de absorción de deuda federal e hipotecaria de modo de impedir que la pandemia amenace el crecimiento económico de la principal potencia mundial.
Además de cortar la tasa de interés en cien puntos básicos, colocándola en un rango de 0 a 0,25% anual, la FED anunció que aumentaría sus tenencias de papeles del Tesoro por al menos 500.000 millones de dólares y sus tenencias de activos con colateral hipotecario por al menos otros 200.000 millones “en los próximos meses”.
Por su parte, el gigante petrolero Saudi Aramco hizo públicos por primera vez este domingo sus resultados anuales y anunció una disminución del 20,6% de sus beneficios netos en 2019, provocada por la caída de los precios del petróleo. En 2019 la compañía tuvo un beneficio neto de 88.200 millones de dólares, frente a los 111.100 millones de 2018, indicó un comunicado publicado en la web de la bolsa saudita.
El anuncio de los resultados anuales de Saudi Aramco, inicialmente previstos el lunes, llega en un contexto de tensiones en el mercado petrolero por la epidemia de nuevo coronavirus y por una guerra de precios entre Arabia Saudita y Rusia.
Riad está presionando a Moscú, segundo productor mundial de petróleo, para que acepte una reducción de la producción global para compensar la caída de la demanda, frenada por la pandemia de coronavirus.
En abril de 2019 Aramco permitió por primera vez el acceso a sus cuentas pero solo para las agencias de calificación financiera. La empresa pública anunció entones un beneficio neto de más de 111.000 millones de dólares en 2018.
La posición de Rusia
Detrás de este desplome de los precios está el fracaso de una reunión en Viena del grupo conocido como OPEP +, conformado por los 14 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y otros productores, entre los cuales Rusia es el de mayor peso.
El objetivo del encuentro era acordar un nuevo recorte de la producción para atajar la caída de los precios del barril, afectados por el brote actual del nuevo coronavirus que ha impactado sobre la demanda global de crudo.
La propuesta era fijar un recorte de 1,5 millones de barriles diarios -lo que significaría reducir la producción mundial en torno a 3,6%-, de los cuales se esperaba que 500.000 barriles fueran sacrificados por los países no OPEP.
La iniciativa, sin embargo, no logró prosperar al no obtener el apoyo de Rusia, segundo productor mundial de crudo.
De acuerdo con los analistas, una de las razones que justifican esta postura radica en que desde Moscú temen que el efecto de más recortes sea ceder cuotas de mercado a sus competidores, especialmente a Estados Unidos, que se convirtió en el mayor productor mundial gracias a la explotación del petróleo de esquisto.
De otro lado, muchos de esos productores estadounidenses podrían verse afectados negativamente por una mayor caída de los precios pues sus costos de operación son superiores al de los productores tradicionales.
Los rusos pueden vivir con un barril a 40 dólares y parece que están dispuestos a aguantar incluso precios menores en el corto plazo para lograr la consolidación de la industria», señaló Edward Moya, analista principal de mercado de la compañía de corretaje en línea Oanda, a la agencia AFP.
Un análisis de la consultora Kpler, divulgado el jueves, apuntaba además que en los últimos tiempos Moscú ha actuado como una especie de competidor interno dentro del grupo OPEP +.
«En los últimos años, Rusia no solamente se ha comprometido a hacer menos recortes de producción que Arabia Saudita… su cumplimiento de estos acuerdos ha sido mínimo«, señalaba el documento citado por AFP.
John Kilduff, socio de la firma de inversiones Again Capital LLC, cree que el nuevo escenario apunta hacia una situación en la que cada productor deberá velar por sus propios intereses.
«Claramente, Rusia ha decidido aplicar un enfoque de tierra arrasada al mercado petrolero: cada país deberá cuidarse a si mismo», dijo Kilduff a la agencia Reuters.