Nuevas Bandas 2023, una nueva cartografía del rock hecho en Venezuela
La música alternativa venezolana tiene sangre en las venas y un corazón que no deja de latir y crear. El Nuevas Bandas 2023 mostró propuestas de todo el país, distintos sonidos e intenciones pero una misma realidad: el arte se sobrepone y lanza su mensaje en medio de una sociedad golpeada
Cada año la tarima del Festival Nuevas Bandas se convierte en vitrina. Allí se refleja la temperatura actual de la música alternativa hecha en Venezuela, con una competencia que es más de darse a conocer que de alzarse con el primer lugar. La final en Caracas es, después de todo, la muestra de las agrupaciones y propuestas que fueron seleccionados en los circuitos regionales, donde otras tantas opciones se presentan demostrando que los repertorios son infinitos.
En el evento del sábado 5 de agosto el jurado se decantó por Fakboi, de la capital, y por Cunaguaro, del estado Táchira.
La propuesta de Fakboi es aterrizada, ruidosa y un reflejo de la sociedad en la que desarrollan su arte. Cantan desde la queja y el reclamo, sí, pero también desde la búsqueda de una sonoridad que incluso de construye desde la fusión con ribetes académicos.
El set de Israel Payares (teclados, guitarra, voz), Luis Paredes (Bajo), José Díaz (guitarra) y Antonio Speranza (batería) ya venía mostrando su músculo desde el circuito regional. Del teclado como introducción académica -son músicos formados en la Academia World Music de Yamaha- al guitarreo desenfadado, en la ruta a un Charallave sin wifi.
Fakboi ha publicado un EP y un larga duración, Homicidio y $uicidio, respectivamente. Allí están canciones como “Mango bajito”, “McFlai”, “Fokin paco”. También tienen en su catáglogo sencillos como “Boombásico” y “Mommy issues”.
Los otros ganadores, Cunaguaro, preparan su primer álbum de estudio, titulado La peste, y en plataformas digitales tienen material desconectado y varios sencillos que adelantan el sonido musculoso de su propuesta. Se trata de una banda que hace música sin frenos, ruidosa, con gritos, que suda y se desgañita hasta lograr la euforia del respetable. «El disco está completamente listo, solo falta mezclar un par de temas».
Ambos grupos concentran el sonido de una generación, la que hace catarsis en cada acorde. Y por eso se alzaron en un festival donde cada participante brindó una arista distinta del estado del arte actual.
La escena alternativa venezolana es vigorosa, «no está huérfana» -dijo el cantante de Laurence- y tiene sangre en las venas. Quedó claro con las fusiones progresivas y psicodélicas de Desierto Polar, con sus líneas de bajo exigentes y narcóticas capaces de diluirse en ritmos caribeños, que en el Nuevas Bandas además condujeron un repertorio adaptado. «Nuestras canciones fueron como un popurrí porque normalmente son más largas».
La escena venezolana también entrega a la energía femenina. Hace casi 20 años la banda Skin, conformada casi toda por mujeres, ganó el Festival Nuevas Bandas. Entonces hubo hasta protestas en el sitio. Mucha agua ha corrido y muchos amplificadores se han encendido, y apagado.
Ahora no se trata solo de géneros, sino de mensajes. Por eso es tan importante el trabajo de Nomasté, el sexteto de mujeres caraqueñas que hace música con letras potentes y esética luminosa, llena de metales. «Tenemos temas movidos de crítica social y de motivación pero también de fiesta. porque queremos llevar ese mensaje pero también que la gente salte y baile y se lleve esa energía», dice Maru Valerio, saxofonista de la banda y también psicóloga de la UCV. «Todas las bandas de mujeres se forman a propósito, uno busca hacerlo así para mostrar el talento femenino y también inspirar a nuevas chamas. Siempre hemos querido visibilizar esos proyectos y la energía femenina de la música».
También pasó con la puesta en escena de Formas (Barquisimeto) donde una mujer canta y otra domina la guitarra en una combinación explosiva (Nadia Barreto y María Ortega), que completa sus colores con el sonido de la trompeta; y con la impronta de Andrea Ojeda, bajista de Drag, banda de Maracay liderada por el veterano Ricardo Vizcarrondo (voz, guitarra) y con una propuesta que lleva al rock hacia terrenos del sonido industrial y virtuoso.
Claro que el rock venezolano es uno donde el metal siempre está. En 2023 se pudo comprobar con Cunaguaro, pero también con Ceres (Puerto Ordaz) y su sonido rotundo y guitarrero, que obliga a su vocalista a caminar el filo de la navaja entre la fuerza de la emoción y el cuidado de las cuerdas vocales.
Para Ceres era el debut en Caracas, al igual que para Decibeles (Maracay), la agrupación que representó el espíritu más adolescente de la jornada… confirmación de que futuro hay. De hecho, ya tienen un disco listo (pero no publicado) de siete temas, de los cuales escogieron la mitad para presentarlo en la capital con la voz de Daniela Alcalá, capaz de imprimirle inocencia al hablar y madurez al cantar.
Pero también Laurence mostró los pilares de su sonido lleno de actitud, acordes exigentes y un vocalista dueño de la escena junto a la maestría de Gregorio Fuentes en la guitarra. Al bajar de tarima pusieron a rodar su nuevo sencillo, «Ego», y queda pendiente consolidar una primera placa discográfica.
Mención aparte merece Claudia Rojas. La actriz y ahora cantante ha desarrollado una propuesta colorida de música bailable. Se trata de una artista que domina las palabras y el proscenio, que conoce su cuerpo y lo aprovecha para brindar un espectáculo completo, acompañada de una banda llena de profesionales sólidos.
Sus composiciones denotan una pluma cuidada, un aprendizaje del texto teatral, unas ganas de colorear con acordes mensajes emocionales. ¿Qué tanto hay de la actriz en la cantante? «Es inevitable que esté. La manera en que argumento mi espectáculo y la forma en que creo el discurso, la teatralidad de mis canciones, tiene que ver con eso porque está sumergido en el mismo universo. Claudia Rojas cantante es también un personaje, un nuevo juego«.
El Festival Nuevas Bandas 2023 extiende por un año más la idea de que Venezuela sigue alimentando una generación de músicos creativos, inconformes, que se atreven a sobreponerse a sus circunstancias. Es momento, de nuevo, de mirar hacia adentro.