• Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia

¡O sole mio!, por Laure Nicotra



0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

O sole mío
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
Opinión TalCual | septiembre 15, 2020

Twitter: @laurenicotra


Cuando comenzamos a saber del brote del virus chino en Europa, hacia febrero de este año, nosotros estábamos atentos a todo. Las noticias nos llegaron desde la Lombardia italiana y temblábamos por los nuestros de allá. Guardaron con rigor la cuarentena. Aplaudíamos cada sobreviviente junto a los médicos y enfermeros de cada hospital. Lloramos cada despedida de los abuelos con una tablet ofreciendo el adiós a sus queridos.

Lloramos por los españoles, por los alemanes, por todos los europeos sacudidos como huracán en la muerte y las cenizas. Seguimos con respeto el ritual de las autoridades de cada país al momento de llevar en caravana, y resguardados por fuerzas militares, los restos mortales de sus connacionales, directo al crematorio, sin velorios, sin misas, sin sus familias, solos sus cuerpos camino al infinito, en la marcha solemne hacia el fin.

En el silencio, en el respeto que cualquier país del mundo desarrollado y en vías, ofrece a sus víctimas. Nos sacudimos al ver los balcones de los pueblos y ciudades italianas entonar canciones y tarantelas, con violines de algún músico venezolano acompañando la tragedia.

Balcones italianos

Esos balcones mostraban la alegría y el dolor, la risa y el llanto del confinamiento y la muerte. Esos balcones que se repetían en cada pueblo como una cascada de las múltiples expresiones que subliman a los italianos y que nos encanta y nos acerca en la adversidad y en el lamento de, “O sole mio” “Volare”, los clásicos, la música siciliana. Nos llenaba de emoción cada video. Vimos tanto de sus corazones. Los entregaron en aplausos junto a los médicos y sanitarios que ayudaban a salvar vidas y que morían, enfrentando la peste.

Esos países y muchos de América Latina tuvieron y tienen un gobierno; un Estado que funciona, que protege a su gente. Nos cansamos de ver los paquetes de comida que en el caso de los italianos llevaban a los que quedaron sin empleo: reggiano, pasta, frutas, carnes, galletas para los niños, dulces para la merienda, aceite de oliva, aceitunas, y tantas cosas que llegaban con normalidad en un momento de contingencia. Los gringos depositaban suficientes dólares a su gente. Llegaron al pico y pasó el vendaval de la peste China por esos mares.

*Lea también: Los verdugos de Venezuela (I) La cúpula militar, por Humberto García Larralde

A nosotros nos encerraron en marzo. Cuando sólo habían 5 casos en los Roques, en aquella fiesta de playa, llegaban de España vuelos y fueron pasando los asintomáticos, de allí y de todas partes. Comenzamos a ver casos en pocos estados, realmente nunca esperamos que tras las medidas de cierre de aeropuertos y escasez de vuelos que conectan con Venezuela, el virus chino creciera como el monte. Les echaron la culpa a los desvalidos retornados y los difamaron y estigmatizaron. Los maltrataron.

Comenzamos la cuarentena en medio del más terrible verano tropical y nos acompañaron en vez de violines, apagones de hasta 2 días, que siguen hasta el momento que escribo este relato. En vez de comida nos devaluaron al punto de no poder comprar sino una pasta con la miseria de salario mínimo. Con las miserias de los tales bonos de guerra, que no alcanzan sino para un medio cartón de huevos. O ya ni sé.

Nos dejaron sin gas en las cocinas en medio de las tinieblas, nos pusieron a arrastrar bombonas vacías que nunca llegan, nos quitaron el agua, los servicios. Creo que uno lo cuenta afuera y no nos creen.

Una cuarentena donde casi todos los venezolanos no pueden comprar los alimentos básicos para sobrevivir, ni las medicinas. Nos quedamos sin reservas de gasolina, porque el país petrolero ya no produce combustible. Ahora la traen de Irán. La gasolina se acabó, como la canción del avioncito que aprendimos de niños.

Filas interminables con salvoconducto sin salvoconducto con pico y placa hasta llegar al precio internacional. Antes y ahora los bachaqueros (que siguen en otras modernidades) ofrecían la gasolina en 2 y hasta 3 dólares el litro. Negocio que controlan algunos uniformados y civiles con algo de poder. Se han cansado de robarse la gasolina en las narices de los médicos que tienen prioridad. Que hacen colas de muchísimas horas y cuando llegan a la isla de la estación, el guardia los despacha para la casa. Lo mismo con los productores agropecuarios. Inventaron tantos trámites para impedirles que echaran gasolina y compraran gasoil para sus plantas, hasta que perdieron las cosechas; ellos lloraron y nosotros no los acompañamos.

Mientras más avanzan los días más contagios hay, menos pruebas rápidas hacen y llegamos a fines de agosto rodeados del virus por todas partes. Comenzamos a saber que no nos dicen la verdad de las cifras reales del covid19 porque no conviene. Por no sé qué.

Un día hay 1200 positivos y al otro mochan a 600, mientras sabes que cuando en tu vecindario ya el silencio se siente por la muerte y el pánico del contagio. Pánico general. No hay donde acudir. No hay hospitales ni personal sanitario protegido. Se nos mueren los médicos, se nos muere la gente y dos semanas después, sin protocolo alguno llegan las pruebas, pero ya el diagnóstico es por neumonía o tuberculosis. Así quedan nuestros muertos en la pandemia.

Todo esto ocurre mientras los danzantes de la politiquería preparan como única tozudez unas elecciones que son precedidas del mayor descaro fraudulento, del atraco a las franquicias de los partidos democráticos y hasta los de sus mismos aliados.

Así van sumándose a la danza de lo absurdo los plegables y los que han destruido el país. El abismo es exponencial como las cifras que han estimado las academias de la pandemia. Nos toca seguir rezando por todos los que a esta hora no tienen ni con qué rellenar una arepa y por los que se nos mueren en nuestro entorno. ¡O Sole mio!

 

TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo

Post Views: 1.060
FacebookTwitterWhatsAppTelegramEmail
0
Comparte
  • Compartir en Facebook
  • Tuitealo

Laure NicotraOpinión


  • Noticias relacionadas

    • Venezuela año cero, por Ángel R. Lombardi Boscán
      mayo 24, 2025
    • Club de Leones: Servimos a Venezuela, por Alexander Cambero
      mayo 24, 2025
    • Integración del Gran Caribe: una estrategia ante el contexto global, por Manuel Alcántara
      mayo 24, 2025
    • Prueba teologal, por Marcial Fonseca
      mayo 24, 2025
    • Chevron se va o se queda…, por Ángel Monagas
      mayo 23, 2025

  • Noticias recientes

    • Asilados de Embajada Argentina aseguran que se mantienen operaciones en marcha en el país
    • Electores opositores otra vez frente a la disyuntiva de votar o no votar
    • ​​Elecciones regionales en Venezuela: ¿más importantes de lo que parecen?
    • Venezuela año cero, por Ángel R. Lombardi Boscán
    • Club de Leones: Servimos a Venezuela, por Alexander Cambero

También te puede interesar

La narrativa oficial, por Aglaya Kinzbruner
mayo 23, 2025
Merecido reconocimiento, maestra Paula (Nogal), por Rafael A. Sanabria M.
mayo 23, 2025
¿Gobernanza o simulacro? La agencia digital y el riesgo de invisibilizar a la ciudadanía
mayo 23, 2025
Diez razones para votar el 25-M, por Víctor Álvarez R.
mayo 22, 2025
  • Portal venezolano fundado por Teodoro Petkoff, comprometido con la verdad, ejerciendo la libertad de expresión. 25 años ofreciendo actualidad informativa, reportajes, investigaciones, análisis y opinión. Un producto de Editorial La Mosca Analfabeta.

  • Contacto: [email protected]

    Síguenos
  • Noticias

    • Asilados de Embajada Argentina aseguran que se mantienen...
      mayo 24, 2025
    • Capriles exige la liberación de Juan Pablo Guanipa...
      mayo 23, 2025
    • Voluntad Popular denuncia la detención de Edgar Torres...
      mayo 23, 2025

  • A Fondo

    • Electores opositores otra vez frente a la disyuntiva...
      mayo 24, 2025
    • ​​Elecciones regionales en Venezuela: ¿más importantes...
      mayo 24, 2025
    • La paridad de género quedó huérfana en las elecciones...
      mayo 23, 2025

  • Opinión

    • Venezuela año cero, por Ángel R. Lombardi Boscán
      mayo 24, 2025
    • Club de Leones: Servimos a Venezuela, por Alexander...
      mayo 24, 2025
    • Integración del Gran Caribe: una estrategia ante el contexto...
      mayo 24, 2025


Diseñado y Desarrollado por Binaural
  • Noticias
  • A Fondo
  • Lo Nuestro
  • Opinión
  • Migrantes
  • Regiones
  • EEUU
  • De interés
    • Elecciones regionales 2025
    • #LaHoradeVenezuela
    • Alianza Rebelde Investiga
  • Videos
    • Multimedia
    • La República que Tortura
      • Documental en Youtube
  • Nosotros
    • Principios editoriales
    • Manual de estilo
    • Teodoro
    • Nuestra historia
Presione enter para comenzar su búsqueda