Odebrecht y el fraude del 20M, por Carlos Tablante
El estruendoso silencio de la Fiscalía y de la Contraloría en torno al caso Odebrecht confirma las declaraciones que hiciera su ex director en Venezuela, Euzenando Azevedo, ante la justicia de Brasil: La constructora pagó 35 millones de dólares a Maduro para asegurar sus contratos. El pago se hizo a través de Américo Mata – funcionario cercano a Elías Jaua – quien, fungiendo como intermediario de Maduro, le había pedido 50 millones de dólares para financiar la campaña presidencial de 2013.
Un diario brasileño develó recientemente que Maduro ordenó pagos extraordinarios a Odebrecht por 4.000 millones de dólares precisamente en 2013.
La información publicada esta semana por el capítulo venezolano de Transparencia Internacional sobre las 33 inacabadas obras de Odebrecht en el país, señala que los sobornos pagados a altos funcionarios venezolanos rondarían los 1.300 millones de dólares, una cifra mucho mayor a los 98 millones que inicialmente reconoció la empresa en su confesión ante un juez en Nueva York en 2015.
Una investigación de CuentasClarasDigital publicada el 17 de septiembre de 2017, calculaba el monto de los sobornos en por lo menos 350 millones de dólares y sitúa el destino final de los mismos en bancos de Antigua, Curacao, EEUU, Luxemburgo Panamá, Portugal, Suiza y Hong Kong, de acuerdo a informes de autoridades financieras internacionales.
Maduro no solo no se ha referido a la acusación que sobre él ha hecho Azevedo sino que ordenó que se culminen las obras inconclusas de Odebrecht, sin ninguna investigación. El 12 de febrero, con medio continente en llamas por juicios, cuentas bloqueadas y autos de detención hasta contra ex presidentes, obligado por los conflictos internos del chavismo y por la presión de la opinión pública internacional, Maduro anunció auditorías e investigaciones, reconociendo así las irregularidades cometidas y pidiendo “cárcel” para los sobornados. Mientras decía esto, en Maracaibo, el Sebin detenía y expulsaba del país a periodistas brasileños que junto a dos miembros de Transparencia Venezuela trataban de reportar sobre el estado del Puente Nigale, obra de Odebrecht paralizada desde hace varios años.
Con el mayor cinismo, Maduro habla como si la trama de corrupción de la contratista brasileña fuera ajena a su régimen o al anterior. Nada dice de revisar los contratos y las respectivas obras en busca de sobreprecios. Nada sobre los vicepresidentes, ministros, viceministros y directores que ejercieron entre 2006 y 2015, responsables de las obras inconclusas en el aeropuerto de Maiquetía, el Puente Nigale, el III Puente sobre el Río Orinoco, Tocoma, la línea 5 del Metro de Caracas, el de Guarenas-Guatire, la línea 2 de Los Teques, los metro-cables de Antímano y Mariches o los proyectos agro-industriales Diluvio y José Inacio de Abreu de Lima del Ministerio de las Comunas, a cargo de Elías Jaua, entre otros.
Resulta insólito que siendo Venezuela el segundo país con mayor cantidad de sobornos después de Brasil, el caso no tenga aún ni un solo procesado o detenido. Al parecer, hubo un intento de investigar. Se trata de Herman El Troudi, ex ministro de Transporte y Obras Públicas, a quien se relaciona, entre otros, al caso de los sobreprecios del Metro de Los Teques, obra que asignó a dedo a Odebrecht y que habría ocasionado un daño patrimonial mil millonario al país. La Fiscalía de Luisa Ortega Díaz imputó a dos familiares de El Troudi. El Ministerio Público citó a María Eugenia Baptista Zacarías, esposa de El Troudi y a su madre, Elita Del Valle Zacarías Díaz. Ambas indiciadas optaron por no presentarse. Dos días después, la Fiscalía suiza congeló 42 millones de dólares en cuentas pertenecientes a la suegra de El Troudi en varios bancos de ese país.
El 1 de febrero, Tarek Saab comentó que el MP investigaba el caso Odebrecht y que había emitido orden de detención contra una persona que no identificó. Tres meses después, el silencio es total a pesar de los informes y denuncias que desde la comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional han impulsado los diputados Freddy Guevara, Juan Guaidó, Freddy Superlano e Ismael García.
La información sobre la trama de corrupción de Odebrecht existe, solo hace falta la voluntad política de hacer una investigación seria. Toda la data del departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht, como eufemísticamente llamaban a las coimas y pagos de comisiones, está contenida en un servidor que fue incautado por la fiscalía suiza. De acuerdo a las leyes y convenios internacionales, los países víctimas del entramado pueden solicitar los informes correspondientes una vez abiertas las averiguaciones formales.
Es evidente que una investigación mínima del caso debería incluir los cuantiosos aportes que dio Odebrecht a las campañas electorales de Chávez y del propio Maduro, como revelan los testimonios recogidos en las actas del expediente sobre el caso en Brasil. Todo indica, entonces, que la Fiscalía actual bajo el control de Maduro, no concretará una investigación completa ni veraz sobre el caso Odebrecht.
Por su parte, el TSJ declaró la suspensión de Maduro como presidente y su inhabilitación para ejercer cargos públicos en el marco de la investigación sobre Odebrecht, luego de que la Asamblea Nacional declarara la existencia de méritos para su enjuiciamiento.
El caso Odebrecht ratifica lo que venimos diciendo: En Venezuela, el Estado de Derecho ha sido sustituido por un estado delincuente, es decir, una cleptocracia, una kakistocracia. Uno de los episodios más relevantes de esta tragedia ocurrirá el 20 de mayo cuando mediante una nueva estafa al país, el autócrata Maduro se auto elegirá para seguir al frente del saqueo y la destrucción de Venezuela
El 20 de mayo no hay elecciones, hay un macro fraude que no podemos convalidar.
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