Odisea hacia el 2021: empezar desde ya, por David Somoza Mosquera
2001: Odisea del espacio. La primera vez que el espectador ve esta cinta de Stanley Kubrick suele enfrentarse a un problema: comprender el sentido de muchos de los elementos del argumento. Está narrada de forma tan abstracta que una vez que termina son unas cuantas las interrogantes que deja y que cinéfilos han intentado, una y otra vez, dilucidar desde su estreno en 1968. Algunos concluyeron que se trata de un viaje por la evolución humana.
La confusión que despierta la trama de filmes como este es un tanto comparable, salvando las distancias, a la sensación que está dejando esta emergencia sanitaria en países, sociedades, individuos e inclusos en las empresas.
Lo que se está viviendo a veces sobrepasa la imaginación y pareciera sacado, precisamente, de una película de ciencia ficción.
Pero es una realidad y toca seguir afrontando la crisis y, al mismo tiempo, prepararse para la odisea hacia el 2021, pues será un viaje largo, plagado de “aventuras” y, sin duda, dificultades como en 2001: Odisea del espacio. En este contexto, las empresas no la tienen tan fácil: 2020 está signado de incertidumbre por los cambios ocurridos y los que quedan por suceder como consecuencia de la coyuntura actual.
Sin embargo, es importante que las compañías comiencen desde ya a elaborar sus estrategias de negocios correspondientes al próximo año. No hay tiempo que perder. La definición del plan estratégico, como si se tratara de una bitácora de viaje, ayuda a las empresas a aclarar lo que pretenden conseguir y cómo se proponen conseguirlo.
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Esta “programación” orienta la marcha de las compañías, es decir, señala los pasos para alcanzar las metas y propósitos, estableciendo objetivos acordes a los profundos cambios del entorno. De allí que sea necesario que ese plan se pasee por formulas tradicionales y las no tanto, con miras a mejorar el control de la gestión en el uso de los recursos, los sistemas de supervisión de los costos, la planificación de los escenarios, el seguimiento a los procesos operacionales y productivos, así como de la conducta de los consumidores y mercados.
Las áreas más determinantes en la estrategia de negocios para 2021 –y en esto coinciden los observadores de mercado– es mercadeo y comercialización o ventas. Al fin al cabo, son las que aportan los ingresos. Directa o indirectamente son responsables de conquistar nuevos clientes y conservar la lealtad de los existentes.
Y, por último, pero no menos importante, el plan estratégico no debe perder de vista el enorme crecimiento que ha experimentado la digitalización. Así que es clave continuar incorporando la automatización a los modelos y estrategias de negocio, porque los cambios no pararán.
Para las compañías que se han quedado rezagadas, el camino hacia 2021 será más difícil. Sin embargo, mi mensaje es que todavía están a tiempo de diseñar su plan para el próximo año. La odisea o ese largo viaje hacia el 2021 debe empezar desde ya.
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