Ojo con la Ley de Hidrocarburos, por Simón Boccanegra
En este país hay como dos subconstituciones. Una es la Ley del Trabajo, la otra es la Ley de Hidrocarburos. Ambas leyes atañen a la vida de todos los venezolanos. La primera porque establece las reglas del juego en el universo de las relaciones laborales, la segunda porque tiene que ver con el petróleo y con eso está dicho todo. La ley vigente viene desde 1943, gobierno de Medina. Fue uno de sus grandes logros. Se discutió a cielo abierto durante dos años. Ahora en el Ministerio de Energía y Minas se diseña una nueva ley. Casi nadie la conoce y se pretende aprobar, sin discusión, vía Habilitante. Esto constituiría un verdadero exabrupto. Una ley tan decisiva no puede surgir de un conciliábulo, por muy sabios que sean sus integrantes. Tampoco se puede aprobar a la machimberra. Esta ley debe ser sometida al más amplio debate nacional y debe procurarse mucha transparencia en su discusión y mostrarse una verdadera voluntad de oír a todos los interesados. Hugo debe saber que el petróleo es demasiado importante como para dejarlo en manos de «expertos» petroleros, sobre todo si provienen del pleistoceno. Cuidado con matar a la gallina de los huevos de oro.