Oposición debe entender que el dilema no está entre votar o no votar, afirma consultora

Carmen Beatriz Fernández considera que la voluntad democrática en la población venezolana sigue viva aunque en estos momentos haya un “repliegue táctico” o una “depresión colectiva”
Las elecciones presidenciales de 2024 representan un hito en la historia político electoral venezolana. A partir del 29 de julio se produjo un cambio radical en el sistema electoral que despojó al voto de su poder para generar un cambio político y revivió la vieja aspiración oficialista de escoger a sus adversarios.
Carmen Beatriz Fernández, consultora política y especialista en comunicación pública, afirma que la oposición debe tener conciencia de esta nueva realidad y entender que el dilema no está entre votar o no votar.
En estos momentos, a su juicio, es necesario “construir una estrategia integral que recupere el sentido de lo político, incluso en un contexto de dictadura”.
Ante la pérdida del valor del voto como instrumento de cambio verdadero, Fernández analiza el tipo de transformación que podría generar un cambio real en Venezuela. En este sentido, observa dos escenarios que pueden ir en esa dirección:
- La sociedad democrática abrazando en consenso la Constitución de 1999.
- Una ruptura del estamento oficialista y un cambio aupado desde adentro.
“En política lo improbable ocurre con frecuencia, y aunque no seamos capaces de identificarlos con precisión, los cisnes negros ocurren…”
Fernández destaca un tercer escenario: democracia mínima, votaciones máximas.
En este tercer escenario se inserta el planteamiento de Nicolás Maduro y aunque quizás pueda funcionar como narrativa, Fernández señala que carece de credibilidad hacia la comunidad internacional.
“La historia de Venezuela, y la de muchos otros países, demuestra que los regímenes autoritarios no son eternos y que la ciudadanía encuentra nuevas formas de expresarse, incluso en condiciones extremas”.
En su opinión, la voluntad democrática en la población venezolana sigue viva aunque en estos momentos haya un “repliegue táctico” o una “depresión colectiva”.
La convocatoria a una reforma constitucional para «la construcción de un nuevo Estado» en el que se incluya de forma “expresa y tácita” el poder comunal, es el próximo evento electoral previsto en la agenda oficialista de 2026 y en el que la oposición deberá mostrar sus cartas.
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Muchas votaciones…poca democracia
Desde la época de Hugo Chávez, el oficialismo ha presumido de realizar un importante número de eventos electorales como sinónimo de democracia. Sin embargo, muchos de estos procesos han sido cuestionados por la oposición y organismos internacionales debido a las condiciones en las que se han realizado.
En este sentido, la especialista en comunicación política afirma que el nuevo sistema electoral que comenzó a configurarse a partir de las presidenciales plantea muchas votaciones pero sin la posibilidad de generar cambios reales.
Detalla algunas de las características que reflejan el cambio radical: es un sistema inauditable, eliminación del código QR de las actas, anuncios de resultados sin la información desagregada, inclusión de circuitos comunales y votantes a partir de los 15 años.
Bajo este esquema, dice, se realizaron las elecciones de los jueces de paz, gobernadores y alcaldes.
El planteamiento de Fernández es compartido por la Red Electoral Ciudadana (REC) que observa, luego de las elecciones regionales del 25 de mayo, la definición de «un nuevo patrón en la organización de los procesos electorales en Venezuela: elecciones sin competitividad, sin garantías, sin transparencia» que consolida «un modelo autoritario que utiliza los comicios como mecanismos de control, sin posibilidad real de alternancia».
El 31 de julio, la ONG difundió un informe en el que alertó sobre el «desmantelamiento» del sistema electoral tras las presidenciales del 28 de julio de 2024, en las que el Consejo Nacional Electoral proclamó ganador a Nicolás Maduro pero «no publicó los resultados desagregados», lo que señalan como una «violación expresa» de la legislación nacional.
Pese a las denuncias de sus adversarios y los cuestionamientos realizados por organizaciones no gubernamentales sobre la falta de transparencia, tras el cierre de este ciclo electoral, Maduro se muestra confiado, asegura que se “consolidó la victoria” y hace esfuerzos por anular a la oposición liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, quienes pidieron a la ciudadanía «vaciar los centros electorales» como señal de protesta por el «fraude» cometido en las presidenciales.
“Ha nacido una nueva oposición” se empeñan en decir Nicolás Maduro y Jorge Rodríguez al referirse a organizaciones políticas que participaron en las elecciones regionales y municipales. Aseguran que con este grupo, entre los que se encuentran Fuerza Vecinal, Alianza Democrática, Lápiz, Unión y Cambio, sí conversarán y trabajarán.
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Carmen Beatriz Fernández resalta que crear su propia oposición siempre ha sido la ambición del oficialismo. Sin embargo, asegura, ha fallado y lo seguirá haciendo.
Señala que “la nueva oposición” estará formada por quienes firmen el contrato del oficialismo: “micro-democracia toda la que quieras, pero acepta que el cambio político no es posible».
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.