Opositores ven “señales” de que el gobierno está dispuesto a negociar
Un nuevo proceso de negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y sus opositores, con la observación de actores de la comunidad internacional y la mediación de Noruega, está en ciernes en Venezuela, según fuentes políticas, que solicitaron el anonimato, consultadas por la Voz de América.
El Reino de Noruega ha culminado una “etapa de conversaciones pendulares” por separado con el poder ejecutivo de Maduro y la oposición venezolana, representada por Juan Guaidó, a quien 50 gobiernos del mundo consideran presidente interino del país, informó a la VOA una fuente cercana a los encuentros y a la cúpula del Parlamento opositor electo en 2015.
“Los noruegos han sido constantes en la búsqueda del escenario adecuado para la negociación. Consideran ahora que el régimen está en disposición de entrar a un proceso de negociación y es lo que se está promoviendo en este momento”, reveló la fuente de la oposición venezolana.
Una delegación de Noruega se desplazó a Venezuela a principios de marzo. Durante varios días sostuvo reuniones con voceros oficialistas y opositores. Un funcionario distinto al que participó en las negociaciones de 2019 en Oslo y Barbados, que no tuvieron resultados positivos, encabezó la misión del país escandinavo.
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Las conversaciones de alto nivel estaban en punto muerto en el primer semestre de 2020, en plena irrupción de la pandemia, hasta que Maduro reveló en julio el restablecimiento de contactos con el Reino de Noruega para volver al diálogo. “Se reactivó ese tema”, admitió en público el presidente venezolano, entonces.
Según la fuente consultada, el oficialismo habría dado algunas señales que podrían interpretarse «de buena voluntad».
“Lanzaron una extensión del plazo de postulaciones [para el Consejo Nacional Electoral de mayoría chavista] y hubo una segunda lista de candidatos al directorio del CNE. No aparecen Indira Alfonzo y Gladys Gutiérrez, las exmagistradas que hoy integran el CNE [consideradas chavistas]. [Incluso] aceptaron a candidatos del Foro Cívico, un grupo de la sociedad civil que no es ‘pro gobierno’”, precisa esta figura de la oposición.
Las fuentes opositoras consultadas por la VOA resaltan que la negociación se realizaría con “la observación de los aliados internacionales”, y existe la aspiración a que Rusia, uno de los principales socios comerciales y políticos de Maduro, se involucre en esa mesa de negociaciones.
Por su parte, la intención de los partidos aliados de Guaidó y de sectores de la sociedad civil venezolana es que delegados de Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo Internacional de Contacto participen “en bloque” en ese proceso negociador. La Voz de América intentó confirmar con la Casa Blanca si funcionarios del gobierno de Joe Biden participarían en el proceso, pero no hubo respuesta.
Juan González, director de asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, advirtió en una entrevista con la Voz de América, en marzo pasado, que Washington aumentará su presión hasta que Maduro dé “pasos de buena fe que lleven a un diálogo concreto”.
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No hay nada seguro
El siguiente paso en el proceso embrionario de las negociaciones sería que tanto el oficialismo como la oposición nombren a sus delegados. “Hay que designar una comisión negociadora, que va a estar integrada fundamentalmente por políticos, con asesoría de la sociedad civil”, por el lado opositor, adelanta otra fuente.
No obstante, uno de los dirigentes políticos de alto nivel consultado por la VOA no ve la concreción de la negociación a corto plazo, al menos no “en los próximos tres meses”, pues al gobierno de Maduro le interesa la participación de Estados Unidos para discutir el levantamiento de las sanciones económicas, que Caracas menciona como razón del colapso financiero nacional.
Otras de las preocupaciones en la oposición son la negativa oficial a una iniciativa de la empresa privada para importar vacunas, y la reciente aprobación de leyes que promueven el poder de las comunas en Venezuela. Ambas acciones pueden «enviar señales negativas en cuanto a las negociaciones», señala la fuente.
El mismo vocero admitió a la VOA que existe una alta dosis de escepticismo sobre la efectividad y continuidad del proceso de diálogo.