OVF: Economía venezolana volvió a entrar en recesión tras caer 7% el primer semestre
El primer semestre de 2023 se ha caracterizado por una escasa demanda en la economía, explicada en gran medida por los bajos salarios y la ausencia de crédito bancario, según explica el OVF
La narrativa del oficialismo en torno a la recuperación económica de Venezuela parece haber durado poco, pues tras año y medio de vender la idea de que es la economía con mayor crecimiento de Latinoamérica, durante el primer semestre de 2023 se registra una caída de 7% frente al mismo período del año anterior.
Así lo indica el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) tras publicar su última actualización sobre la actividad económica en el país, alertando que la economía entró en recesión al acumular dos trimestres consecutivos con caídas frente al año previo.
Inicialmente, al cierre del primer trimestre, la organización advertía una caída de 8,3% entre enero y marzo frente a este mismo período en 2022. Sin embargo, una reestimación más precisa con información actualizada, redujo esa contracción a 7,6%, que se suma a la registrada en el segundo trimestre de 6,3%. Esto quiere decir que, en promedio, durante los primeros seis meses el retroceso fue de 7%.
El contraste con el rendimiento de la economía el año pasado es masivo, pues durante el primer trimestre de 2022 se apuntaba un crecimiento de 20%, para luego sumar otro 15,8% en el segundo trimestre. Pese a una desaceleración hacia el cierre del año, el tercer y cuatro trimestre cerraron en 9,9% y 5,8% de crecimiento, respectivamente.
Con una economía que ya había perdido fuelle hacia el final de 2022, la actividad en 2023 inició con poca fuerza, motivada especialmente a la insuficiente demanda que no siguió el ritmo a la oferta del sector comercial que había impulsado el crecimiento del año previo.
El OVF detalla en su nota de prensa que la caída de este semestre se presentó pese a registrar un incremento —aunque tímido— de la producción petrolera en los últimos meses. El dinero que ingresó en la economía gracias al crudo no compensó los factores negativos condicionados por el comportamiento de la demanda.
Especifican que el gasto público real —estimado por el dinero existente en la Tesorería Nacional—, el crédito bancario, las ventas del comercio y la recaudación de impuestos presentaron contracciones en estos seis meses.
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Todos estos factores guardan relación con un menor consumo, propiciado por «un nivel significativamente bajo de remuneraciones de los trabajadores». El ajuste ordenado por Nicolás Maduro el pasado 1º de mayo no constituyó ningún alivio para el sector público, ni para los pensionados Instituto Venezolano de Seguridad Social (IVSS).
El salario mínimo se mantuvo en Bs 130, que actualmente equivalen a apenas $4,5 de acuerdo con el tipo de cambio de Bs 29,1 indicado por el Banco Central de Venezuela (BCV). La remuneración adicional depende de Bs 1.000 de cestatickets ($34) y de un Bono de Guerra Económica equivalente en bolívares equivalentes a $30.
Los casi $70 mensuales que ingresan los trabajadores activos de la administración pública son insuficientes para tan siquiera pagar los bienes y servicios básicos necesarios para la supervivencia.
Mientras tanto, el sector privado, que había propiciado avances en el campo salarial, se quedó estancado en un promedio de $141 mensuales. Pese a ser el doble del sector público, sigue sin ser suficiente.
Estos bajos salarios se suman a otro condicionante que impide impulsar la demanda en la economía: la ausencia de crédito bancario al consumo.
«La política de encaje bancario de 75% inhibe cualquier financiamiento a los sectores económicos que pueden mover la economía a corto plazo», acota el OVF.