Pacientes renales deben tener entre $700 y $1.000 para acceder a tratamientos en clínicas
Edwin Rosal Vásquez | Correo del Caroní
Aunque se incrementa el número de pacientes renales que ameritan terapia sustitutiva renal o hemodiálisis en Ciudad Guayana, la única unidad extra hospitalaria de nefrología que queda en la ciudad lucha por atenderlos a todos. Una sesión de diálisis en una clínica está valorada entre 700 a 1.000 dólares por sesión y una persona puede requerir tres a la semana.
Estas unidades, que funcionan fuera del recinto hospitalario, prestan el servicio sin ser nómina del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), es decir, que el personal médico y enfermeras dependen del gerente de la unidad.
Por ello, el término de servicio privado se presta a confusión y muchos pacientes que buscan cupos piensan que deben pagar y no es así, puesto que el IVSS envía directamente a estos centros el material de diálisis para atender a los pacientes crónicos.
Aquí la demanda es alta y a veces el centro no puede ofrecer respuesta a todos los pacientes, pues no cuenta con suficiente capacidad instalada, pese a que funciona con 30 máquinas conocidas como riñones artificiales que ofrecen tratamiento a tres pacientes por día cada una.
La unidad funciona en tres turnos: la jornada comienza a las 5:00 de la mañana hasta las 7:00 de la noche, horario en el que llegan a atender entre 70 a 90 pacientes diarios.
Rossana Mayoral, pariente de un dializado, indicó que se trabajan tres turnos en dos grupos semanales, es decir, un grupo es para los lunes, miércoles y viernes, mientras que el otro es atendido los martes, jueves y sábados como es el caso de su papá.
Claret Pernalette señaló que la capacidad de respuesta está supeditada a la oportunidad de un cupo y, como fue su caso, le tocó esperar. Mientras tanto recibió su diálisis en el servicio de nefrología del Hospital Dr. Raúl Leoni, en San Félix, hasta que hubo disponibilidad.
La disponibilidad para nuevos ingresos ocurre cuando hay traslados de pacientes a otras unidades, a otros países y cuando hay egresos porque el paciente fallece, allí es cuando se abre la oportunidad a un nuevo paciente renal.
Se han registrado casos en los cuales los familiares de los pacientes negocian una especie de paquetes, pero ante la actual situación económica nacional surge la incógnita. ¿De dónde va a sacar un paciente tanta dinero para pagar y mantenerse en diálisis todo el tiempo?
Para garantizar la cobertura total de pacientes renales en la ciudad se requiere de una nueva unidad extra hospitalaria con 30 o 20 máquinas más, para de esta manera se lograría brindar el tratamiento al 100 por ciento de la población que requiere ser dializados en Guayana para seguir con una calidad de vida óptima.