Paga tus impuestos, por Teodoro Petkoff
Aquí está, en todo su esplendor, el cuerpo del delito. Toda la arrogancia, el abuso de poder y la delincuencia electoral están aquí, en la gigantesca valla que el Seniat ha colocado sobre uno de los superbloques del 23 de Enero, ese que se tropieza de frente cuando se entra a Caracas por la autopista de La Guaira. Insultante en su prepotencia y en su hipócrita pretensión de fingir “institucionalidad”, abofetea la conciencia permanente y sostenidamente.
El organismo público que cobra los impuestos y que predica contra su evasión, utiliza los dineros que todos pagamos para dejar este enorme testimonio de corrupción política y administrativa. “Paga tus impuestos para financiar la campaña electoral de Chávez”, es lo que nos grita el Seniat desde la desmesura de este desafuero faraónico.
Cuando el chavismo comience a rumiar autocríticamente (si es que tal cosa fuere posible) las causas de su derrota, una de las que va a tener que examinar es la atinente a la confiscación sectaria que hicieran de los organismos del Estado y a la repulsa que ello, inevitablemente, provocó en la población. Van a descubrir, si es que se dedican seriamente a tratar de explicarse qué fue lo que les pasó y por qué el país les dio la espalda, que una sociedad democrática no podía dejar impune esa conducta.