Pandemia y crisis económica potencian el trabajo infantil en Venezuela
La profunda recesión económica, la migración y la pérdida del poder adquisitivo se convierten en caldo de cultivo para el trabajo infantil en Venezuela
El Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) iniciaron un estudio que aborda el trabajo infantil, con el fin de avanzar en la definición de políticas y programas tendentes a mitigar y erradicar este fenómeno social, lo que requiere del compromiso del Estado y otros actores de la sociedad.
La profunda recesión económica, la migración y la pérdida del poder adquisitivo se convierten en caldo de cultivo para el trabajo infantil en Venezuela. La ausencia de cifras oficiales dificulta el análisis de una situación cada vez más abrumadora y que coarta el desarrollo del individuo desde la niñez.
Múltiples son los factores que explican el trabajo infantil. La pobreza y los culturales son algunos de ellos. En el mundo hay cerca de 250 millones de niños que trabajan, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En Venezuela, la última data corresponde a 2007, cuando la medición nacional arrojó que unos 800.000 menores estaban trabajando.
Según la OIT, el trabajo infantil es aquel que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.
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La edad del niño, el tipo de trabajo, la cantidad de horas que le dedica, las condiciones en que lo realiza, y los objetivos que persigue cada país, son las variables que permiten calificar si una determinada actividad es o no trabajo infantil.
Las áreas más comunes donde se observa trabajo infantil, de acuerdo con la Confederación Sindical Internacional (CSI), son la agricultura, el servicio doméstico, la venta ambulante y la economía informal.
En Venezuela hay regulaciones. La Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores (Lottt) establece una prohibición general del trabajo infantil para niños menores de 14 años de edad, salvo cuando se trate de actividades artísticas y culturales que hayan sido autorizadas por el órgano competente para la protección de los menores. Y la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (Lopnna), establece todo un capítulo al trabajo infantil, que comprende los artículos del 94 al 116.
Hay variables que aumentan las posibilidades de que un niño menor de 14 años trabaje. El deterioro de la situación económica, los procesos migratorios y la pérdida del poder adquisitivo de la población, contribuyen a la explotación infantil en el trabajo. Al análisis debe sumársele también el género del niño.