Para combatir la desinformación y la opacidad institucional nace ¿Cómo estás, Caracas?
El proyecto de investigación más reciente de Monitor de Víctimas, el observatorio de violencia impulsado por Mi Convive y Runrun.es, es una iniciativa que busca conocer, profundizar y denunciar con datos y testimonios las diferentes problemáticas que afrontan las parroquias del municipio Libertador de Caracas
La falta de información confiable y transparente es uno de los tantos problemas que atraviesa Venezuela en estos momentos. Desde hace años, no existe publicación de índices que midan la realidad del país. Organismos públicos como el Instituto Nacional de Estadística, el Ministerio Público, el Observatorio de Seguridad Ciudadana, el Ministerio de Salud, entre otros, no publican cifras que permitan cuantificar el impacto de la crisis en las diferentes comunidades de Venezuela.
Ante esta realidad de desinformación y opacidad institucional nace ¿Cómo estás, Caracas?, el proyecto de investigación más reciente de Monitor de Víctimas, el observatorio de violencia impulsado por Mi Convive y Runrun.es. Una iniciativa que busca conocer, profundizar y denunciar con datos y testimonios las diferentes problemáticas que afrontan las parroquias del municipio Libertador de Caracas.
Para ello, se lleva a cabo un diagnóstico previo mediante encuestas que busca obtener datos cuantitativos sobre el estado de servicios públicos, percepción de seguridad, participación electoral, cuerpos de seguridad del Estado, liderazgo, entre otros elementos. La cantidad de encuestados depende principalmente del número de habitantes de la parroquia, con lo cual se busca que los resultados obtenidos sean representativos de la misma.
Conversas en las parroquias caraqueñas
A partir de estos, se determinan las principales problemáticas a tratar en los grupos de discusión. Estos tienen conversaciones colectivas guiadas por un moderador que plantea preguntas con la finalidad de generar un diálogo en torno a los problemas identificados, dar espacio a cada uno de los participantes para que exprese su punto de vista y permitir la aparición de toda clase de opiniones, buscando así capturar el rango de experiencias de la comunidad.
Siguiendo esta metodología, el equipo de Monitor de Víctimas ha abordado seis parroquias caraqueñas en lo que va de año, específicamente, San Juan, La Vega, Antímano, Sucre, Caricuao y Santa Rosalía. El 20 de agosto se publicó el primero de los informes, correspondiente a la parroquia San Juan. En este, por ejemplo, los vecinos identificaron al internet, la calidad y acceso a servicios de salud, la delincuencia y el acoso a las mujeres como principales problemas de su comunidad, temas que fueron profundizados en los grupos de discusión y descritos ampliamente en el informe publicado.
El valor del testimonio ciudadano
Algo positivo que surge de esta metodología es la posibilidad de obtener información y testimonios por parte de los mismos ciudadanos sobre los impactos reales y menos evidentes que estos problemas tienen en sus vidas, los cuales en ocasiones pasan desapercibidos para la población general.
Por ejemplo, si bien los problemas de la educación pública se enfocan principalmente en el estado de la infraestructura y las condiciones laborales de los docentes, su calidad se ve impactada directamente por la velocidad y estabilidad del servicio de internet, especialmente durante la pandemia. Esto supone una barrera más para un sistema educativo marcado por la deserción escolar y la falta de profesores, afectando la rutina diaria de padres, estudiantes y docentes que deben quedarse hasta altas horas de la madrugada —en las que el internet tiende a mejorar ligeramente— para poder cumplir con la realización y envío de las tareas.
Este impacto en la rutina diaria se observa también cuando se habla de la calidad y constancia del servicio de agua, el cual tiene las consecuencias esperadas en términos de salud e higiene. Sin embargo, en el proceso de conversar con los vecinos, se pudo identificar nuevas problemáticas derivadas del mismo en cuanto a cambios de rutina e impacto emocional.
Con respecto al primero de ellos, muchos vecinos denuncian dificultades para cumplir con sus actividades laborales o domésticas por tener que ajustar su dinámica de vida con base en las variaciones del horario de disponibilidad del servicio, dedicando una gran cantidad de tiempo a la búsqueda, almacenaje y aprovechamiento del agua. También, como consecuencia de ello, muchos manifiestan una sensación de estrés constante por no contar con un recurso tan vital. Esta situación que se escapa totalmente de sus manos, lo cual se puede ver claramente en este testimonio de un vecino de La Vega: “Te la pasas corriendo para resolver. Te la pasas agotado y es estresante”.
El Estado ausente
A nivel de salud, el análisis suele enfocarse en la falta de insumos, precariedad en la infraestructura de centros de salud, mala atención y poca presencia de médicos; problemas que sin duda están presentes y afectan a cada una de las comunidades consultadas. No obstante, en muchas ocasiones no se toma en cuenta la poca accesibilidad de los lugares de atención, situación que ha sido resaltada en parroquias como San Juan, Antímano, Sucre y Caricuao. En ellas, los vecinos comentan que el estado de las vías en la comunidad, la falta de transporte público, servicios de ambulancias y los problemas económicos que entorpecen la operatividad de los vehículos particulares, son una fuente de preocupación, ya que, ante una emergencia médica, los habitantes se encuentran aislados y no tienen forma de trasladarse para recibir la asistencia necesaria, dependiendo en muchas ocasiones de la ayuda de vecinos.
La realidad es que muchos de estos problemas son consecuencia no solo de la falta de recursos y de políticas públicas mal planificadas, sino del abandono voluntario de estas comunidades por parte de las autoridades municipales, estatales y nacionales.
Ante esta situación, puede surgir la duda: “¿de qué sirve denunciar?”. En primer lugar, los espacios generados por el proyecto ¿Cómo estás, Caracas? en cada una de las parroquias visitadas han funcionado como impulsores de conexiones y empatía entre miembros de la comunidad, quienes pueden compartir experiencias, puntos de vista, posibles soluciones y, en todos los casos, el saberse partes de un grupo de vecinos que tiene los mismos problemas y que puede organizarse para mejorar su situación.
El poder de una sociedad informada
Además de ello, los investigadores involucrados en el estudio y cada uno de los líderes comunitarios relacionados con el programa, creemos en la importancia de la denuncia y el activismo como forma de generar costo político ante la inacción de las autoridades competentes. Al igual que promovemos la visibilización de estas realidades como forma de informar y sensibilizar a la población sobre las dificultades que sufren cada una de estas comunidades.
Finalmente, confiamos en que una sociedad informada y organizada es el primer paso para convertirse en una sociedad capaz de tomar decisiones y acciones efectivas sobre su realidad y la del otro. Los datos obtenidos en este estudio son de suma utilidad para la comprensión de la situación actual de muchas de las comunidades de Caracas y, por ende, para la puesta en marcha de políticas públicas que finalmente atiendan las verdaderas problemáticas de la ciudad y mejoren la calidad de vida de sus habitantes de manera transversal, justa y equitativa.
Desde Mi Convive promovemos el liderazgo comunitario y la organización local como parte fundamental del proceso para alcanzar una ciudad organizada y libre de violencia. Acompañados de estos líderes, buscamos favorecer la participación ciudadana en la que las personas tengan la posibilidad de disfrutar de sus derechos y cumplir con sus deberes en una sociedad resiliente, segura y democrática.