Para las Lina Ron del mundo, por Simón Boccanegra
A mi vieja amiga Lina Ron, quien cree sinceramente que ella participa de una gesta revolucionaria orientada a elevar las condiciones y la calidad de vida de los humildes, a los cuales ella dedica su vida y su pasión, quiero darle el siguiente “datico” para la reflexión. En un país donde el desempleo llega casi al 20% de la población en edad de trabajar y donde el salario mínimo apenas cubre la mitad de la canasta alimentaria, en que la seguridad social es un pozo infecto de ineficiencia y corrupción –, los bancos están haciendo las mayores ganancias de su historia. Por cierto, no porque sean cómplices del gobierno o participen de un plan siniestro con éste sino porque se benefician, pudiéramos decir que hasta a su pesar, de una política económica tan estúpida que, habiendo contado el gobierno con miles de millones de petrodólares, se ve obligado a endeudarse (porque despilfarra aquella plata), mediante la emisión de bonos que, obviamente, coloca en la banca, pagando por ellos intereses tan altos que éstos superan con creces, por ejemplo, el gasto oficial para la salud pública y la asistencia social. Esto ha permitido, en un país cuya economía está en ruinas, la paradoja de que el sector financiero prospere como nunca mientras los hospitales públicos se están cayendo. ¿Qué tal, Lina?