Paraguaná muere de sed
Con suerte el agua llega una vez al mes a la península que alberga la refinería más grande del país, donde se fabrica buena parte de la gasolina que hoy también escasea en Venezuela
Tiempos felices aquellos cuando los cujíes lloraban de dolor, dicen los falconianos. Ahora que el agua llega con suerte una vez al mes están tan deshidratados que ni lágrimas le salen, aunque todos sufran, hombres, animales y vegetación.
Especialmente grave es la situación en Paraguaná, sede del complejo refinador más grande del país. Ni siquiera porque se allí se fabrica gasolina, hoy tan escasa, y es fuente de ingresos, el gobierno ha tomado en más de tres lustros las previsiones para garantizar el vital suministro a la región.
Ah mundo, tierra reseca, que ves las nubes pasar, volvería a entonar con pena Alí Primera…
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