Paranoia, por Simón Boccanegra
Uno de los horrores de la actual situación es la paranoia que existe de un lado y de otro. Los más apocalípticos rumores circulan por barrios y urbanizaciones. Por todas partes la consigna es «autodefensa». Uno y otros temen la «invasión» de sus vecinos, próximos o lejanos. Por ahí circula un documento, dizque de Defensa Civil, que hace cálculos aterradores sobre el costo humano de una confrontación. Su grado de estupidez es tal que estima las víctimas de una confrontación armada de tres días en una cantidad tal que equivale a la cuarta parte de las bajas americanas en la guerra de Vietnam. Abrir Internet es para quedarse helado en la silla: los anuncios catastróficos son difundidos a pesar de su evidente desmesura e inverosimilitud. Una de las leyendas urbanas de mayor difusión en estos días es la de las supuestas compras de decenas de millares de bolsas para cadáveres por parte de los hospitales públicos. TalCual se dejó de tonterías y fue a averiguar en los propios centros de salud qué de cierto hay en esa bola. Léanlo en la edición de hoy: pura exageración. Lo grave es que o nos entendemos o esto terminará siendo una profecía de autocumplimiento.