Ministra argentina acusó a Amnistía Internacional de «defender delincuentes»
La ministra argentina Patricia Bullrich opinó que los señalamientos de Amnistía Internacional contra la gestión son «ideológicos» y que su informe es «ridículo»
La ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, acusó el lunes 13 de enero a Amnistía Internacional (AI) de «estar al lado de los delincuentes», luego que la ONG publicara un informe en el que cuestiona las políticas del gobierno del presidente Javier Milei para el control de las manifestaciones en ese país.
Bullrich, en entrevista con el medio El Observador, dijo que AI no entiende lo que ocurre en Argentina y aseveró que en el gobierno de Milei se ha logrado «terminar» con los «piquetes» que azotaban las calles con protestas violentas.
“Es un informe fuera de lugar y es ridículo. Nosotros creemos que lo de AI es pura ideología, la de proteger siempre a los victimarios”, consideró la titular del despacho de Seguridad argentino.
Amnistía Internacional publicó un informe en diciembre donde contabilizó que más de 1.150 personas resultaron heridas durante protestas en Argentina en el contexto de «represión de protestas en 2024», luego de que Patricia Bullrich impulsara la aplicación del denominado Protocolo Antipiquetes, que limitó las protestas a las aceras y que autoriza que haya más funcionarios de seguridad en las manifestaciones.
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Para la ONG, durante 2024 se evidenció que existe un patrón de represión y criminalización contra aquellos que salieron a las calles a manifestar su disconformidad con el Ejecutivo y opinó que la respuesta gubernamental de Milei se caracterizó por el «uso excesivo de la fuerza», utilizando de forma abusiva recursos como gases lacrimógenos, balas de goma, «ballenas», porrazos y detenciones arbitrarias.
Tras las declaraciones de Bullrich, Amnistía Internacional comparó la reacción de la funcionaria con los intentos que llevan a cabo las administraciones de Nicolás Maduro, en Venezuela, y Daniel Ortega, en Nicaragua, para desacreditar el trabajo en favor de los derechos humanos.
«Entendemos que los gobiernos se enojen con nuestro trabajo», escribió AI, y continuó: «Entendemos también que tocamos un nervio cuando exponemos los abusos».
Además, insistió en que los informes que elaboran están sujetos a una «estricta metodología científica» y que se surte de elementos como entrevistas a las víctimas, investigación en terreno y otras herramientas.
Con información de Swiss Info / EFE
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