Pdvsa canjeó petróleo por comida con empresarios a los que luego arrestó el chavismo

El contrato fue descrito como una «alianza estratégica» y contemplaba que Supraquimic recibiera hasta 5 millones de barriles de crudo de Pdvsa mensualmente a cambio del suministro constante de alimentos para los CLAP
Siguen surgiendo historias sobre los negocios turbios del chavismo y concretamente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que incluso bajo las sanciones impuestas por Estados Unidos ha encontrado mecanismos para comercializar el crudo que extrae.
Entre estas operaciones, destacó un acuerdo comercial en diciembre de 2020, que implicaba el intercambio de petróleo por comida con una empresa poco conocida llamada Supraquimic.
De acuerdo con Reuters, el acuerdo consistía en la entrega de más de 6.000.000 barriles de petróleo, equivalentes a unos 260 millones de dólares en crudo para Supraquimic, a cambio de alimentos para los programas alimenticios del gobierno chavista.
Sin embargo, pese a que no hubo pronunciamiento o anuncio oficial, el trato colapsó cuatro meses después. Así quedó en evidencia debido a que el chavismo emitió en marzo órdenes de captura contra dos ejecutivos de Supraquimic bajo una acusación de malversación de fondos.
Tanto Óscar García, presidente de la firma, como José Llamozas, proveedor de la compañía, fueron acusados de peculado doloso propio, concierto entre un funcionario público y un contratista y asociación.
El paradero de García es desconocido, mientras que Llamozas permaneció en la cárcel durante dos meses, pues fue liberado el 2 de julio y espera su juicio.
Una copia del contrato firmado por Pdvsa, Supraquimic y el Ministerio de Alimentación demostró que la asociación inició con una solicitud de la cartera ministerial, con la intención de garantizar suministro para sus cajas y bolsas alimenticias de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
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El contrato fue descrito como una «alianza estratégica» y contemplaba que Supraquimic recibiera hasta 5 millones de barriles de crudo mensualmente a cambio del suministro constante de alimentos para los CLAP. Esta empresa tendría la responsabilidad de vender el petróleo para obtener sus ganancias.
De esta forma, recibió seis cargamentos entre el 28 de diciebre y el 10 de febrero que totalizaron 6,2 millones de barriles, según facturas de la compañía revisadas por Reuters.
Posteriormente, estos envíos zarparon en buques con destino a Asia, demostraron facturas, documentos y datos de Refinitiv Eikon. Los datos sobre la comida entregada por Supraqumic se desconocen, pero una carta enviada desde Pdvsa hacia los funcionarios de la empresa indican que no fue suficiente para cumplir con el acuerdo.
«Usted no ha honrado sus compromisos de pago según los términos contractuales establecidos y aceptados por su empresa», escribió el vicepresidente de Comercio y Suministro de Pdvsa, Antonio Pérez Suárez.
Y es que como Supraquimic no es una empresa alimenticia, recurrió a un tercero para adquirir los productos. En este punto es cuando entra Llamozas, que suministró a través de dos empresas de su propiedad: Alimentos Santa Lucía y Agroinsumos El Granero.
Unos $80 millones en alimentos fueron vendidos a Supraquimic por esta vía, pero tras recibir el pago por la entrega de productos equivalentes a unos $8, dejaron de enviar, ya que no recibieron más pagos.
Durante la estadía de Llamozas en la cárcel -que fue arrestado en el estacionamiento de Pdvsa tras ser convocado a una reunión presencial-, el chavismo firmó un acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas para suministrar comida al país.