PERFIL | Teodoro se va y el país queda más desolado
Hombre de izquierda, demócrata, intelectual, fogoso parlamentario, escritor y periodista, con el fallecimiento del director y fundador de TalCual el país pierde a un hombre valioso tanto en su dimensión humana como en su valor político
Con la apasionada vehemencia que lo definió como un hombre lúcido y valiente, y de cuya estatura moral nadie puso en dudas, falleció este viernes tal vez uno de los dirigentes políticos más brillantes de la Venezuela contemporánea. Retirado desde hace cinco años de las actividades públicas y de sus responsabilidades como director de TalCual, diario que fundó en abril de 2000 para enfrentar los primeros asomos de autoritarismo que emergía en la figura de Hugo Chávez, Teodoro Petkoff falleció esta mañana en su residencia en Caracas, en donde se había recluido ya que venía padeciendo de una enfermedad que lo mantuvo alejado de su razón de vida: la política, sin que por ello no dejara de recibir el hostigamiento del gobierno de Nicolás Maduro, a través de la Fiscalía y del mismo Sebin, luego de la demanda penal introducida por el entonces presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, tras la reproducción de un reportaje publicado en un diario español.
Teodoro, así a secas, como le llamaban sus amigos y adversarios, era un ciudadano de elevados principios humanistas, afectuoso y solidario en el trato personal y de una dimensión intelectual que le llevó a denunciar en los albores de los años 60 las mentiras del llamado socialismo real, que encarnaba la extinta Unión Soviética y que en América Latina sostenía Fidel Castro en Cuba, al precio de una economía que generó hambre y represión sobre la población.
Nacido en El Batey, estado Zulia, el 3 de enero de 1932, e hijo inmigrantes judíos, el búgaro Petko Petkov, e Ida Malecz, polaca, reconocida como la primera mujer extranjera que revalidó su título de médico en Venezuela, Teodoro se incorporó, junto con sus hermanos gemelos Mirko y Luben, desde joven a la lucha contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, de donde emergió como dirigente nacional del PCV, con participación en los años convulsos de las guerrillas de los años 60, de la cual fue un frontal cuestionador que le ganó ataques desde los sectores de la misma izquierda.
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Al respecto, la periodista Milagros Socorros escribió hace unos años en una bellísima crónica sobre Teodoro Petkoff, lo siguiente: Los Petkoff Maleç distaron mucho, pues, de ser los primeros inmigrantes llegados a aquellos parajes, poblados ya intensamente por varias generaciones de afrodescendientes. Ellos iban a residir allí durante 12 años. Petko Petkoff era el ingeniero químico de la industria y la doctora Maleç era la médica de los trabajadores del central, así como de los caseríos y pueblos vecinos. La doctora atendía a sus pacientes en la medicatura del Central. Llegó a ser tan popular que por ahí hay una foto donde aparece ella lanzando la primera bola en un juego de pelota sabanera en El Batey. “Yo recuerdo especialmente los habitantes de la vecina población de Torondoy porque de allí es Oswaldo Barreto —el intelectual, columnista del diario TalCual—; y alguna vez su mamá lo llevó a consultar a mamá, de manera que es posible que nos hayamos conocido desde entonces”, dice Teodoro Petkoff.
Hombre que no rehuía de ese pasado comunista, Petkoff fue el artífice, junto a otros dirigentes del entonces Partido Comunista de Venezuela, de la fundación del Movimiento al Socialismo en enero de 1971, luego de encabezar un profundo debate al interior de esta organización y hacer pública su denuncia del totalitarismo de la URSS, tal y como quedó plasmado en su libro “Checoeslovaquia, el socialismo como problema”, obra que actuó como detonante para confrontar a una izquierda que entonces se caracterizaba por su dogmatismo e incapacidad de vislumbrar bienestar para los pueblos mediante la incorporación de estas fuerzas progresistas en un sistema democrático y de libertades.
Egresado como economista summa cum laude de la UCV, Teodoro Petkoff fue profesor de esa Universidad, investigador del Centro de Estudios de Desarrollo, Cendes, además de fogoso parlamentario que denunció innumerables casos de corrupción, y durante el segundo mandato del expresidente Rafael Caldera, ocupó el ministeio de Planificación, Teodoro Petkoff fue antes que nada un intelectual reconocido internacionalmente y con estrechos vínculos con personalidades y movimientos políticos y culturales que apostaban en favor de la democracia. Sorprendía en Petkoff su profundo conocimiento (dominaba los idiomas inglés, francés, italiano, portugués, búlgaro y ruso), tanto de la economía y las ciencias sociales, como de la literatura, el cine, el teatro, la música y las artes en general.
Con el advenimiento de Hugo Chávez, en su condición de golpista militar y luego como presidente electo, Petkoff advirtió los peligros que corría el país con la llegada de un hombre cuya escasa cultura política y modales cuartelarios no advertían un mejor futuro para el país.
Para mayor tristeza, Petkoff hizo esfuerzos en los últimos años de su vida para vencer la enfermedad que lo mantenía prisionero. Seguramente, con cada sol de cada día, Teodoro despertaba con ganas de volver a estar al frente de TalCual, porque como él nos dijo alguna vez no hay sueño más grande en la vida que el sueño del regreso. Pero hoy constatamos que Teodoro Petkoff se despide, aunque queda el legado de su trayectoria como político, ciudadano y periodista. En TalCual somos conscientes que Teodoro seguirá con nosotros.