Persecución en la FAN, por Simón Boccanegra
Se informa hoy que a unos oficiales superiores que asisten a cursos en el Iaeden (algo así como el IESA de los militares) les fue negada la entrada al instituto. ¿Razones para ello? La sospecha de que no estuvo clara su conducta el 11 de abril. De modo pues, que, sin debido proceso, de hecho sin averiguación alguna, estos oficiales han sido brutalmente sancionados, cortándoles, en la práctica, la carrera que los ha llevado al umbral del generalato. Vientos de locura deben estar soplando en la FAN. Quienes estimularon la deliberancia, quienes politizaron los cuarteles, en lugar de reparar ese error, restableciendo rápidamente la condición no deliberante de la FAN, para reinstitucionalizarla, están, por el contrario, profundizando la división política. El baremo para medir a los oficiales es la lealtad política en su acepción más estrecha, no la calificación profesional. Esto, en el corto plazo, a lo mejor sirve para deshacerse de oficiales incómodos, pero más allá es fatal. Es mantener una distorsión en la vida militar cuya inconveniencia más contundentemente no ha podido haberse manifestado hace apenas un mes.