Perspectivas para el fútbol europeo para la temporada 2021-2022, por Gustavo Franco
Twitter: @GusFrancoH
Habiendo finalizado el mercado de traspasos, una cosa parece clara. Los equipos de la liga inglesa ampliaron la brecha económica con respecto a las otras competiciones. Incluso, el Manchester City se permitió romper el récord (de esa liga) del precio pagado por un jugador cuando pagó £100.000.000 por Jack Grealish. Chelsea hizo un desembolso similar para traer de vuelta a la Premier a Romelu Lukaku, y luego trajo cedido a Sául Ñíguez del Atlético de Madrid. Arsenal es el equipo que más ha gastado este verano, con £146.000.000 pagados entre Ben White, Nuno Tavares, Albert Sambi-Lokonga, Aaron Ramsdale y Takehiro Tomiyasu. Tottenham contrató a un nuevo entrenador en Nuno Espirito Santo, y trajo a Bryan Gil (25 millones de euros), Pape Sarr (16,9 millones de euros) y Cristian Romero por €55.000.000. Y por supuesto, el Manchester United contrató a Raphael Varane, Jadon Sancho y Cristiano Ronaldo.
El PSG les quitó a los capitanes al Real Madrid y Barça cuando fichó a Sergio Ramos y Lionel Messi tras finalizar el contrato de ambos jugadores con sus equipos. Y además, ello no le hizo querer venderle al Real Madrid a Kylian Mbappé, por lo que ahora tendrá una delantera formidable con Messi, Neymar y el propio Mbappé.
Si el PSG no es favorito para ganar la Champions League, nadie más lo es. El Manchester City y el Chelsea están también en la discusión, pero con una plantilla como la de los parisinos se tiene que ir por el trofeo continental de clubes más importante.
El Real Madrid hizo el primer desembolso por un fichaje por primera vez tras casi tres ventanas de traspasos. Fue por el francés de 18 años Eduardo Camavinga. A esa contratación hay que añadir la del austríaco David Alaba, quien llegó como agente libre tras finalizar contrato con el Bayern de Munich. Ser el único equipo que ha logrado repetir como campeón de la Liga de Campeones desde que el nuevo formato fue inaugurado en la temporada 1992-1993 le debe dar suficiente caché al equipo como para que no sea menospreciado en la conversación de los favoritos. Y, además, la ganó tres veces al hilo y cuatro veces en cinco años. La hazaña todavía tiene una relevancia desde aquella final de 2018, cuando el Madrid ganó por tercera vez al hilo la Liga de Campeones. Barcelona está inmerso en la primera temporada del mandato de Joan Laporta como presidente, y todos los esfuerzos están enfocados en salvar al club de la bancarrota.
El equipo perdió a Messi, los refuerzos que se trajeron fueron a muy bajo costo (Memphis Depay, Eric García y el Kun Agüero; contratados tras finalizar contratos) y se deberá usar lo que se tiene, más la cantera, para afrontar los retos de la siguiente campaña de la forma más digna posible. Las salidas fueron la prioridad, y ello se vio al permitir la salida de Antoine Griezmann, quien salió de vuelta al Atlético de Madrid y se le reemplazó con la cesión de Luuk de Jong.
Los colchoneros fueron los que en cuanto a refuerzos y confección de plantilla parecen haberlo hecho mejor. Solo perdieron a Saúl Ñíguez, pero luego se reforzaron con Rodrigo de Paul y Antoine Griezmann, mientras que trajeron a jugadores jóvenes como Matheus Cunha y Marcos Paulo. Lo más importante fue la retención de los jugadores más importantes —la mayoría— y poder añadir a lo existente.
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En Italia, la Juventus perdió a Cristiano Ronaldo y ello le permitió hacer algunas transacciones. Trajeron de vuelta al canterano Moise Kean, cedido del Everton, y ficharon a Manuel Locatelli del Sassuolo. Luego, trajeron a jugadores jóvenes del Santos y PSV Eindhoven, como lo son Kaio Jorge y Mohamed Ittaharen respectivamente. El equipo turinés busca salvarse de una situación comprometedora en lo económico. Mismo caso del Inter, que vendió a dos de sus tres mejores jugadores. Primero a Achraf Hakimi al PSG, y luego a Romelu Lukaku al Chelsea. Antonio Conte se fue del equipo y se contrató a Simone Inzaghi para dirigir a los neroazurri tras un excelente periplo en Lazio. El equipo, debido a sus propias dificultades económicas, no hizo contrataciones que estuvieran a la altura de los jugadores que se fueron. El veterano Edin Dzeko reemplazó a Lukaku, y Denzel Dumfries hizo lo mismo con Hakimi. Con ello, la liga italiana parece tener a sus principales representantes en una situación de transición.
Si hay otro equipo que podría estar a la altura de lo que están haciendo los equipos ingleses y el PSG en cuanto a la confección de plantilla, ese podría ser el Bayern de Múnich.
Ficharon a un central muy prometedor en Dayot Upamecano y a un mediocampista de ataque probado como Marcel Sabitzer. Ambos provenientes del RB Leipzig, y acompañaron a su entrenador en aquel equipo, Julian Nagelsmann, en su viaje a la capital de Bavaria. Precisamente, Nagelsmann ha hecho que el Bayern de Múnich siga pareciendo una apisonadora, igual que cuando Hansi Flick era quien dirigía al Bayern.
En opinión de quien les trae esta columna, esta temporada los favoritos a ganar la Liga de Campeones están en Inglaterra (los cuatro participantes de ese país tienen grandes equipos y con una dirección suficientemente competente), sabiendo, por supuesto que el gran favorito tiene que ser el París Saint-Germain solo por virtud de ese tridente que tendrá esta temporada con Messi, Neymar y Mbappé. Pero el Bayern de Múnich también ha logrado mantener una plantilla muy fuerte, y además, la ha fortalecido de buena manera. Y aunque por nombre no se debería descontar a los equipos más ilustres de la competición Real Madrid y Juventus, la verdad es que la realidad económica los ha descolgado de los equipos que sí tienen a su disposición unos recursos económicos bastante superiores. Tan es así, que se debería considerarlos como un escalón por debajo en esa escala de favoritos.
Gustavo Franco es periodista deportivo. Es editor del portal web Línea de Tres
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