Pescadores en Río Chico usan el trueque como método de pago
La esposa de uno de los pescadores de Río Chico es la encargada de hacer el canje, ya sea por otros productos de la canasta alimentaria o por la medicinas que necesita para uno de sus hijos que es epiléptico
La crisis económica de Venezuela ha llevado a cientos de ciudadanos a recurrir a viejas tácticas para llevar aunque sea un plato de comida al día a sus hogares, tal es el caso de decenas de pescadores que hacen vida en la localidad de Río Chico en el estado Miranda, quienes luego de salir a trabajar diariamente en el mar esperan que al medio día hayan logrado sacar algo de pescado que pueda ser canjeado por otro producto.
Muchos son los que esperan descalzos a las orillas de una laguna ubicada en esta localidad, para ser los primero en hacer sus trueques.
Mileidy Lovera de 30 años es esposa de uno de los pescadores, luego de que su pareja regresa de pescar ella es la encargada de hacer el intercambio, asegura que en la localidad mirandina “no hay dinero en efectivo, solo trueque”.
La joven espera poder lograr el canje de su producto por otros tipos de comida para alimentar a sus cuatro hijos o conseguir el medicamento que necesita su hijo epiléptico.
La escasez de efectivo y el alto costo de la vida son parte de los problemas que agobian diariamente a todos los ciudadanos que hacen vida en Venezuela.
De acuerdo con los datos de la encuestadora Datanálisis para el mes de mayo 3,2% de la población había recurrido a algún tipo de trueques. En el 2016 los ciudadanos no pensaron que llegaría a recurrir a este tipo de cambio que no era usado desde los tiempos de la colonia.
Los economistas aseguran que la escasez de efectivo se debe a que el Banco Central de Venezuela no emite la cantidad suficiente de billetes que se requieren para ir al ritmo de la hiperinflación.
Reinaldo Armas es uno de los tantos pescadores de Río Chico que está ahí a la orilla de la laguna esperando vender lo recogido o lograr el canje.
“Hay días que paso hasta 5 horas y no vendo nada, entonces regreso a la casa con el pescado… el menú es pecado al mediodía, en la mañana y pescado en la tarde”, asegurando que no consume otro tipo de proteínas por su alto costo.
Mientras tanto Marvin Guaramato de 32 años sigue llegando a la laguna ubicada en Río Chico con la maleta de su auto llena de productos destinados al intercambio con los pescadores.
Entre ellos luchan por ver quién será el afortunado y al caer el día no regresará solo con productos del mar a casa.
Con información de Reuters
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