Ping-pong bolivariano, por Simón Boccanegra
El fiscal general ha prometido que solicitará el antejuicio de mérito a quienes resulten responsables del desvío de esa pelusita de 2,3 billones de bolívares destinados al FIEM.
Muy bien por Isaías, el titular del Ministerio Público, que parece por instantes diferenciarse de la línea absolutoria trazada desde el Ejecutivo y refrendada en la Asamblea Nacional. Pero el airecito fresco que produce el fiscal con su declaración dura un párrafo, porque en la siguiente frase Isaías comienza a arrojar dudas: «hay que esperar que concluyan las investigaciones». ¿No vale, señor fiscal, esa máxima de que «a confesión de parte, relevo de pruebas»? Y en el remate de su segundo párrafo declarativo, el fiscal nos regresa a la dura y trágica realidad: esas investigaciones las «adelanta» el contralor general de la República Bolivariana. Lo de «adelanta» es, obviamente, un gesto solidario de Isaías con un compañero del proceso, que ni ve, ni habla, ni adelanta. Y una forma muy efectiva para no hacer nada.