¡Play ball!, por Simón Boccanegra
Hoy comienza la temporada de pelota venezolana. Pero esta vez hay un cambio cualitativo en nuestro béisbol, que ya venía dándose paulatinamente pero que este año cristaliza. El negocio de pulperos que fue, venía modernizándose, sobre todo por el contacto organizado con el béisbol del Norte y por la influencia de la televisión, que ensanchó enormemente la dimensión de show business del juego. Ahora el gran capital venezolano ha entrado de lleno en el negocio. El grupo Polar fue pionero en esto, como en algunas otras cosas, con gran visión de futuro. Como dijera alguna vez Oscar Prieto, aquí ha habido pelota gracias a la Polar; si no ya se hubiera acabado. Polar sirvió de plataforma para el espectáculo en general. Ahora el grupo Cisneros invadió este terreno. Compró al Caracas, en una operación que anuncia otras. Más equipos pasarán, tal vez, a ser extensión de nuestro big business. Lo que ya es una carrera para centenares de muchachos, ampliará su cobertura. La calidad del juego tenderá a superarse. La trastienda, a veces sórdida, del gran show no siempre será visible. La fanaticada disfrutará con más pasión, si cabe, su pasatiempo favorito. ¡Play ball!