Playa Seca, por Simón Boccanegra

Ya se sabe que los venezolanos somos de los que al mal tiempo siempre ponemos buena cara. Este minicronista no recuerda que las dificultades económicas hayan malogrado jamás los días de asueto del carnaval. Al grito de este se agotan los pasajes para todo el interior, tanto por tierra como por aire. Para afuera, ni se diga. Bueno, este año el barómetro de la crisis estuvo en La Bandera y en el terminal de Oriente, así como en los aeropuertos nacionales e internacionales.
Soledad es la palabra. ¡Cómo le estará pegando la crisis a los más humildes! Porque los pobres viajan por tierra y este transporte fue precisamente el que sufrió el peor desplome. Pero el terminal aéreo nacional de Maiquetía también estuvo poco concurrido. Las familias están haciendo su propio ajuste presupuestario, para hacer rendir los reales. No quiero ni pensar lo que va a ser la Semana Santa, el mes que viene, cuando los efectos de la avalancha económica que se le está viniendo encima al país hayan comenzado a golpear más duro.