Pocos compradores y productos polvorientos, así están las tiendas Megasis y Salva Market
Megasis y Salva Market ocupan los nichos dejados por Abastos Bicentenario y Tiendas CLAP. Funcionan en los mismos locales expropiados por Hugo Chávez a las cadenas de supermercados CADA y Éxito, transformadas luego por Nicolás Maduro en las tiendas CLAP. Estas iniciativas «privadas» se han abierto paso, pero hoy muestran una imagen poco cónsona con la «recuperación» económica del país
Texto: Ahiana Figueroa y Luna Perdomo | Fotos: Luna Perdomo
La «recuperación» de la economía no llegó a los comercios de venta de alimentos de los aliados foráneos a la administración de Nicolás Maduro: Megasis y Salva Market. Una visita a varios de estos establecimientos en Caracas evidenció la presencia de pocos compradores, anaqueles vacíos y productos polvorientos, lo cual da una idea de cuánto tiempo llevaban en la tienda sin que alguien los pusiera en su carrito de compra.
La actividad actual de comercios como Salva Market, propiedad del empresario Alex Saab quien se encuentra detenido en Estados Unidos, y de Megasis, el primer supermercado iraní en Venezuela que abrió sus puertas en julio de 2020, contrasta con aquellos tiempos en que la primera pretendía en 2015 convertirse en la más grande red de comercialización de productos alimenticios y de higiene en el país; mientras que la segunda llegó a ofertar en sus anaqueles hasta 2.500 productos importados y poco conocidos por los venezolanos como crema de canela con dátiles.
Estas empresas se establecieron en áreas que antes ocuparon los comercios creados por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, pero que con el pasar de los años también cerraron sus puertas, dándole paso a estas iniciativas «privadas».
Cada uno y paulatinamente, los establecimientos de la red de Abastos Bicentenario —puesta en marcha en 2010 por Chávez tras la expropiación de los supermercados CADA y Éxito— dio paso a las llamadas Tiendas CLAP promocionadas por Maduro en 2018. Años después, fueron ocupadas por Salva Market y Megasis.
Los Salva Market iniciaron como bodegones, después pasaron a ser supermercados con productos de menor costo y, actualmente son negocios de la empresa Salva Foods, propiedad de Alex Saab.
En el recorrido realizado por TalCual el pasado viernes 3 de marzo en la tienda Salva Market, ubicada en lo que era antes el Gran Abasto Bicentenario en la Zona Rental de Plaza Venezuela, no había ni un solo comprador.
La primera impresión de esta visita fue la presencia de un hombre que intentaba husmear a través de la santamaría, pero no ingresó al local. Anteriormente, las filas de personas bordeaban todos los alrededores de Zona Rental en busca de productos de primera necesidad a precios regulados; llegaron hasta dormir en la calle para aprovechar los precios bajos, pero en la actualidad no hay casi alimentos para comprar y todos los precios están establecidos en dólares.
Pero la historia de lo sucedido con estos establecimientos se remonta al 2010, cuando en el gobierno de Chávez expropió el hipermercado Éxito y los supermercados CADA (ambos privados), bajo el argumento de que incurrían en especulación de precios y los transformó en la red de Abastos Bicentenario, surtidos con artículos importados y nacionales.
Esta red llegó a tener 34 sucursales en el Distrito Capital y 13 estados del país, según se llegó a informar en la página web de Abasto Bicentenario.
La mayor parte de los espacios de Salva Market en Plaza Venezuela están vacíos, con una santamaría abierta pero con un cordón que impide el acceso. Adentro, algunos empleados mueven escaleras y anaqueles vacíos al ritmo de la salsa que suena de fondo. Al otro lado del local está habilitado un pequeño espacio donde ofertan algunos productos; pareciera ser menos del tercio del local, que inaugurado el 8 de agosto de 2012 era «el más grande del país».
Seis empleados, uniformados e identificados con la empresa Salva Foods, conversan, arrinconados en dos espacios —donde se guarda la paquetería y en la entrada—, en vista de que no hay nadie a quién atender ni nada más qué hacer.
De 42 cajas solo una está operativa, en las demás reposan sillas y cajas registradoras apagadas.
La oferta de productos en este Salva Market en Caracas varía entre nacionales e importados, todos con precios dolarizados. Espagueti importado —aunque no dice de dónde—, arvejas de Canadá, aceite de Cúcuta (Colombia), champú, cremas corporales, caramelos, galletas, arroz y algunos snacks es lo que se vende en esta tienda que abre de lunes a domingo.
La escasez de productos básicos como harina precocida, leche, azúcar, café es evidente.
También hay cauchos para vehículos, maletas para motos, topes de cocina; pero los anaqueles no están llenos. Solo en los bordes exhiben productos.
El área de carnes está inoperativa. Tras los anaqueles se puede observar que las neveras están apagadas.
Megasis en dólares
Contrario a la experiencia de Salva Market en Plaza Venezuela, en Megasis ubicada en Terrazas del Ávila en el municipio Sucre, se observa mayor cantidad de productos en los pasillos y anaqueles: aseo personal, juguetes, comida, ropa, panadería, alfombras y hasta tractores se ofertan en este local.
Aunque se pueden encontrar productos tradicionales como Harina P.A.N, Margarina Mavesa y arroz Mary —todos de la venezolana Empresas Polar, la mayor empresa privada de alimentos del país—, la mayoría de los artículos provienen de Irán, con toda la descripción en persa, traducida solo en los habladores de los anaqueles. Esto contraviene la ley en lo referente a los rotulados que se exige sea en castellano.
En los estantes se informa qué producto es y el precio, mostrado también en «REF» (precio de referencia) como hacen muchos establecimientos en el país, para señalar que esa referencia es en dólares, la moneda norteamericana que ha ganado espacio en las transacciones venezolanas.
Se puede inferir que muchos de los productos llevan tiempo en exhibición porque la gran cantidad de champú de almendras que recibe a los compradores en la entrada están impregnada de polvo; lo mismo sucede con cremas corporales que llenan estantes y otros.
Dentro del establecimiento iraní también funciona una panadería, una charcutería y carnicería. Hay un local que dice ser farmacia, pero que está vacío y jamás estuvo operativo.
Se pudo evidenciar que en Megasis hay mayor movimiento de compradores, incluso, se observó carritos de mercado más llenos de productos.
Ante la curiosidad por uno de los productos que solo tiene las descripciones en persa, las personas preguntaban a otros o a los trabajadores del lugar «si lo han probado», «si sabe bien» para luego «tomar el riesgo» de llevar chucherías traídas del Medio Oriente.
Solo seis cajas registradoras están operativas de más de diez y cada vez que un comprador factura, las cajeras le dan uno o varios productos como obsequio, dependiendo del tamaño de la compra. Algunos reciben solo un paquete de servilletas por adquirir una crema para manos y uno que hizo un mercado completo recibió un envase de jabón líquido y un paquete de servilletas.
El gerente general del Supermercado Megasis, Abbas Ghafari, informó recientemente que tienen programado abrir dos sucursales más este año en el centro de Caracas y aseguró que reponen la mercancía cada tres meses.
Anteriormente, en este establecimiento operaba un Hipermercado Éxito, de capital franco-colombiano. En 2010, Chávez anunció la expropiación de la cadena y su conversión en la primera sucursal de la Red de Abastos Bicentenario.
El 9 de mayo de 2019 la sucursal del Bicentenario de Terrazas del Ávila cerró sus puertas, dejando en la calle a 200 trabajadores para convertirse en Tiendas CLAP, que ocho meses después también cerró, para que las instalaciones pasaran a manos de los iraníes que, de acuerdo con una investigación del diario The Wall Street Journal (WSJ) están vinculadas a un grupo militar de Irán calificada como terrorista.
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