La venezolana desaparecida en Trinidad y Tobago fue asesinada por su novio
De acuerdo con información de un diario local de la nación caribeña, Díaz, el día en que desapareció, había acordado ir a recoger un dinero en un restaurante de la municipalidad de San Fernando
En Trinidad y Tobago, en un pozo séptico fue encontrado el cadáver de Johanna Díaz, una venezolana de 32 años de edad que tenía ocho días desaparecida. Su novio, cuyo nombre aún no ha sido revelado, confesó haber asesinado a la mujer y enterrarla en el patio de su casa.
Los cuerpos policiales a cargo del caso informaron que la causa exacta de muerte no ha podido ser determinada, pues el estado de descomposición del cuerpo lo impide y que por ello deben esperar los resultados de la autopsia.
A través de su cuenta de Twitter, David Smolanksy, comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de los migrantes venezolanos, dio detalles sobre el deceso y lamentó la muerte de la mujer. «Fue encontrada muerta y enterrada la tarde de este sábado. Otra tragedia para una familia inmigrante venezolana en ese país del Caribe», era parte de lo que decía el mensaje del comisionado.
Hacemos un llamado a las autoridades de Trinidad y Tobago para que hagan las investigaciones pertinentes sobre el caso de Johanna Díaz y urgen más acciones para prevenir delitos y discriminación en contra de los venezolanos que huyen de la tiranía de Maduro.
— David Smolansky (@dsmolansky) September 6, 2020
Smolansky exhortó a las autoridades de Trinidad y Tobago a hacer las investigaciones correspondientes sobre el caso de Díaz, y les hizo un llamado a tomar acciones más contundentes en lo que respecta a la prevención de delitos y discriminación en contra de los venezolanos que, para huir de la crisis generada por el régimen de Nicolás Maduro, deciden irse a la nación caribeña.
Según información publicada en Newsday, un portal web local, los familiares de la víctima, cuya vivienda se encontraba en Buen Intento, un sector de Princess Town, comentaron a la policía que podía haber sido secuestrada por un mecánico de la zona, con quien mantenía vínculos amorosos y compartido casa meses antes de que perdiera el bebé que estaba esperando.
El 1 de septiembre, una vez sus parientes pusieron la denuncia ante la policía de dicha capital de que un grupo de funcionarios locales fue hasta Gran Couva, directamente a la vivienda en donde presumían podían encontrarla, pero no pudieron entrar. Esto debido a que no llevaban ninguna orden de allanamiento que les permitiera el acceso. Tres días después, la división central de homicidio de la policía de Preysal encontró el cuerpo descompuesto, que había sido arrojado a un pozo negro por quien fuese su comcubino. La policía lo mantiene bajo arresto desde el pasado viernes 4 de septiembre.
«No la habíamos visto durante unos tres meses. No escuchamos ni vimos nada. Las paredes son altas y no esperábamos algo así en esta tranquila comunidad», dijo uno de los vecinos del lugar, quien pidió a Newsday que lo mantuvieran en el anonimato.
La última vez que vieron a Díaz fue el 28 de agosto, día en que se vería con una persona en un restaurante de comida rápida de la municipalidad de San Fernando para retirar un dinero. Ese mismo día, de acuerdo con el testimonio de sus amigos, la vieron por el centro de la ciudad, sin pensar que esa sería la última vez que la verían con vida.