Pompúyalo, por Teodoro Petkoff
Confiamos en que la rápida y certera respuesta de Pompeyo Márquez al planteamiento de Chávez. («Si pierdo el RR me voy pero me presento de nuevo») mate en la cuna el ocioso debate que sería en este momento discutir si Chávez puede o no competir nuevamente de perder el RR. Pompeyo dijo: «Si es necesario lo derrotamos dos veces». Esa es la respuesta y no la de ponerse a discutir el segundo round cuando todavía no se ha ganado el primero. Si Chávez puede o no ser candidato en la elección inmediata es un asunto que se verá en su momento, porque para que eventualmente pudiera serlo habría que ganarle primero el RR y eso todavía no ha sucedido. La respuesta de Pompeyo es de ganadores. El otro debate es de perdedores.
Pero la frase de Chávez coloca otro desafío ante la oposición: «Si pierdo me voy». La Coordinadora Democrática, que ya dio una lección de paciencia y sentido democrático cuando asistió a los reparos, venciendo posturas en su seno que predicaban no negociar ni asistir a ellos, no perderá nada saliendo al encuentro de esa declaración de Chávez y afirmando categóricamente que acatará el veredicto popular en el RR. Respuestas relancinas tipo «acatamos si no hay trampas» –lo cual implica que si se pierde es necesariamente porque hubo trampas– erosionan la imagen democrática de la oposición. Son la otra cara de la misma moneda extremista que llevaba a decir, del otro lado, «con firmas chimbas no hay referendo», lo cual implicaba que sólo con trampas las podía recoger la oposición. El camino de asociar la eventual derrota a la trampa es un juego «suma cero», que se está dando en ambos sectores. Los sitios web del chavismo «duro» se preguntan por qué al rector Ezequiel Zamora «ahora le gustan las máquinas» sugiriendo que ello revelaría que hay gato encerrado. A los opositores de a pie, por su parte, les convendría leer los «boletines» dominicales que presenta Alberto Quirós en El Nacional, donde va dando cuenta de cómo se desarrollan las conversaciones con el CNE alrededor de los aspectos prácticos del RR. Quirós presenta las inquietudes y observaciones que son planteadas ante el CNE pero también, honestamente, da cuenta de todas aquellas que van siendo despejadas en las conversaciones. En este sentido la lectura de Quirós es un buen antídoto contra la paranoia.
El mejor remedio contra las trampas es una avalancha de votos y para lograrla conviene, sin dejar de estar mosca, abandonar la obsesión de que se está yendo derechito a un matadero donde, de todas-todas, espera una trampa o porque «el otro» no va reconocer su derrota. Chávez dijo que si pierde se va. Okey, póngasele, pues, en la circunstancia de tener que cumplir su palabra. Hay gente de un lado que dice no creerle a Chávez y gente del otro lado que, con idéntico supremacismo moral, dice no creerle a la CD. Muy bien, cada quien es libre de creer o no creer con tal de que se comprometa, sin embargo, a acatar la decisión de la mayoría. Ese es el secreto de la paz.