Ponerse «al día» con las habilidades, por David Somoza Mosquera
La localidad suiza de Davos acogerá de nuevo, entre el 16 y el 20 de enero, el encuentro anual del Foro Económico Mundial que este 2024 se reúne bajo el lema «Reconstruyendo la confianza». El propósito –según han expuesto– es «impulsar soluciones con visión de futuro y abordar los retos mundiales más acuciantes mediante la cooperación público-privada».
Este evento reunirá a cerca de 2.500 jefes de Estado y de gobierno, directores ejecutivos de empresas, representantes de la sociedad civil, medios de comunicación globales y líderes juveniles procedentes de África, Asia, Europa, Oriente Medio, América Latina y América del Norte.
Y como antesala al encuentro, el Foro de Davos ha compartido una serie de reflexiones. Una de ellas es la referida al futuro del trabajo ante las avasallantes innovaciones tecnológicas que estamos presenciando y aquellas que están por venir.
El punto de partida es la pregunta con la que titula su análisis: Por qué debemos enfocarnos en las habilidades durante la disrupción tecnológica del mercado laboral. La respuesta tiene que ver precisamente con el impacto que ya está teniendo la tecnología en la dinámica laboral.
Las previsiones –advierte el Foro de Davos– es que la automatización y la inteligencia artificial crearán 12 millones de puestos de trabajo más de los que desplazarán de aquí a 2025.
«Esta paradójica situación pone de relieve el potencial transformador de la tecnología, que no sólo desplaza funciones, sino que también genera nuevas oportunidades», indica.
Sin embargo, esas nuevas oportunidades también traen consigo grandes desafíos y el principal es la necesidad de un cambio de paradigma en la forma en que los individuos abordan el desarrollo profesional. Surge una clara necesidad de una mano de obra altamente adaptable y con las competencias que exigen las nuevas funciones.
El problema radica en que –asegura el FEM– «las rígidas estructuras de las instituciones académicas están mal equipadas para proporcionar las competencias ágiles y adaptables que exige el mercado laboral contemporáneo».
De allí la necesidad de contar con enfoques educativos dinámicos para que se ajusten a las demandas cambiantes de la mano de obra, tomando en cuenta que el ritmo de la transformación tecnológica es tan rápido que los títulos obtenidos y los conocimientos adquiridos hoy pueden quedar obsoletos en cuestión de años.
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«Esta imprevisibilidad exige un cambio de mentalidad que haga hincapié en la importancia del aprendizaje permanente y la adaptabilidad. Las personas ya no pueden depender de una sola habilidad para toda su carrera, lo que les insta a desarrollar un conjunto de habilidades diversas que se ajuste a las demandas siempre cambiantes del mercado laboral», afirma.
Las alternativas que plantea el Foro de Davos para lograr un desarrollo constante de las habilidades y estar «al día» con los requerimientos del mercado laboral son los cursos de microcredenciales y programas de habilidades prácticas, cuyo auge ha sido notorio en estos últimos tiempos.
Si bien podrían considerarse como un complemento a los modelos educativos tradicionales, otros prefieren verlos como contendores, ya que las empresas recurren cada vez más a programas específicos de corta duración que se centran en competencias específicas del puesto de trabajo.
Pero lo cierto es que es innegable la importancia de cultivar nuevas habilidades para poder desenvolverse en un panorama profesional en constante evolución. Además, estas sientan las bases de una mano de obra resistente y adaptable, incluso cuando sus conocimientos técnicos queden desfasados.
Al final, son habilidades para no quedarse atrás.
David Somoza Mosquera es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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