¿Por qué tanta furia?, por Simón Boccanegra
Este minicronista todavía anda buscando una explicación a la desmesura, a la desproporción de la respuesta del general González y del señor que lo presentó -de quien luego supe que se trataba del vicepresidente de la República-, al editorial de TalCual.
Lo que hicieron fue como matar moscas a cañonazos. ¿Por qué habrán hecho eso? No es la primera vez que este diario editorializa sobre temas militares (casi siempre sobre aspectos mucho más dignos de alguna respuesta que el escrito de antier), sin que hubiera habido reacciones tan descompuestas.
Más bien, el general García Montoya, cuando era comandante del Ejército, invitó al director de TalCual en dos oportunidades, a conversar con él en Fuerte Tiuna a propósito de un editorial sobre temas castrenses. Igual cosa hizo el general García Carneiro, quien invitó a almorzar a Petkoff en su oficina del Ministerio de la Defensa, para conversar sobre un tema militar tocado en un editorial.
El que tanto molestó al general González, escrito, en verdad, en tono tan respetuoso que el propio general González consideró tal cosa «sospechosa», no hizo más que señalar «irregularidades» en el comportamiento de «algunos oficiales» en el Plan República, no sin apuntar antes que el comportamiento de la mayoría de ellos había sido «impecable».
Son «irregularidades» semejantes a las que en otro orden de cosas denunciamos, en editoriales dirigidos a Tibisay Lucena, sobre la falta de diligencia del CNE ante los abusos ventajistas del oficialismo en su campaña.
¿Por qué, pues, tanto escándalo? Es obvio que fue una orden de Chacumbele. Tal parafernalia no se monta sin orden superior. ¿Es parte de la misma táctica de intimidación que ha sido puesta en práctica contra el NO? ¿Es un mensaje a la propia FAN, pensando quizás que el editorial pretendía dar cariz político a la distinción entre oficiales de buen comportamiento institucional y otros de conducta próxima del partidismo? ¿Pensó el general González que el trato respetuoso que se le daba podía hacerlo sospechoso de «debilidades» y se sintió obligado a dejar claro que es un «soldado de la revolución»? En fin, da tanto que pensar esa rueda de prensa.
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