Precarización laboral, por Estilito García

«Los Derechos sociales y de las familias» de los venezolanos están definidos en 23 artículos del Capítulo V de la Constitución. Al cotejarlos con la creciente realidad de pobreza y sufrimiento que padece el pueblo, resulta fácil deducir que sistemáticamente están siendo vulnerados y/o desconocidos por el mismo Estado y sus Instituciones, sistema que está obligado a protegerlos. Si a ello agregamos la controversial ocupación de la Presidencia de la República, tenemos dos serios escenarios a considerar para nutrir y fortalecer nuestra conciencia con el propósito de ser parte en la defensa del presente y futuro de La Nación.
Especialmente, respecto del tema salarial (Art.91 Cap.V) y todas sus influyentes incidencias sociales y económicas, pero además políticas, que envuelven dramáticamente a todo el Pueblo de Venezuela, es pertinente y oportuno atender las siguientes consideraciones:
Lo primero que corresponde considerar es, recordar el origen de la situación y por consiguiente entender que, el angustiante momento actual es consecuencial.
¿Consecuencia de qué?… En agosto de 2018, Nicolás Maduro dio inicio, como política económica a regir para los subsiguientes años, a un titulado «programa de recuperación, crecimiento y prosperidad económica». Plan mediante el cual, se implementan varias medidas, entre las cuales, unilateralmente, el Ejecutivo se arroga facultades exclusivas de fijación del salario mínimo nacional (SM) así como también, el control absoluto de todas las escalas y regímenes salariales legales y contractuales establecidos en el país.
Al día de hoy, existe una pequeña cifra de 130Bs de salario mínimo estancada desde marzo de 2022 que este 8 de agosto cruzó la línea descendente de un (1) dólar americano.
¡Sin llamarse a engaños!… En Venezuela, «El trabajo como hecho social», que de acuerdo a las regulaciones nacionales debe contar con la protección del Estado (Art.89), desde hace bastante tiempo perdió la plenitud de esa cualidad. Esto es producto, no de políticas erráticas del régimen como graciosamente así lo tildan algunos, NO! se trata de una Política Social y Económica pensada y aplicada a través de un guion sistematizado a los fines de precarizar el salario y por sus efectos instaurar mecanismos de control social, tema ya ampliamente explicado por muchos especialistas.
¿Solución?… Permanecer en una «lucha de carácter netamente laboral», como así la etiquetan y la practican algunos sectores, definitivamente es transitar una porfía, una obstinación y una necedad que ya está por cumplir 7 años de incontables reclamos sin fruto alguno. Terquedades que por el contrario, han potenciado al sistema que gobierna, quien a todo nivel y volumen, solo promueve la manipulación, pero además, ha facilitado la persecución que hoy mantiene a decenas de dirigentes laborales en cárceles abusados en todos sus Derechos.
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A estas alturas, no queda espacio para dudas: «no hay solución posible a la crisis sin cambio político en el poder». Cambio que, el Pueblo en uso y ejercicio de su Poder Soberano, el 28 de julio de 2024 así lo determinó.
Solo en libertad y en democracia es posible labrarse el disfrute pleno de los derechos sociales y de las familias.
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