Presidenciales… Mientras más transparentes, mejor, por Griselda Reyes
En los últimos días, el país político ha estado con la atención puesta en la fecha de las elecciones presidenciales previstas a celebrarse este año 2024. Mientras que en el grueso de las naciones del mundo, desde finales de 2023, ya los organismos competentes han hecho pública la fecha de los respectivos procesos comiciales, en Venezuela, la escogencia de quien dirigirá los destinos de la Nación por los próximos años, es una gran incertidumbre.
Sobre este tema, tan importante a nuestro juicio, quiero ahondar en un tecnicismo. La fecha de la elección presidencial, y de todos los eventos electorales, es competencia del Poder Electoral. Así lo hemos dejado claro desde el primer momento en que el Legislativo planteó un encuentro con actores políticos, económicos, religiosos y hasta culturales; para tales fines.
Pero bien, entendiendo que en Venezuela todo pasa por la política, ahora nos referiremos a la realidad: Desde el Parlamento alegan que presentarán una serie de sugerencias al ente comicial para que este fije el día de la elección.
Hemos visto, leído y escuchado todo sobre el denominado «Día D». Desde que las elecciones pueden organizarse en 35 días, hasta que la fecha debe ser octubre como originalmente se atribuyó al acuerdo firmado entre el Gobierno y un sector de la oposición en Barbados. Entre las propuestas han resaltado diversas fechas: Mayo, 5 de julio, hasta el 28 de julio, que coincide con el cumpleaños de Hugo Chávez.
Lo cierto, y aquí quiero ser profundamente responsable con estas líneas, es que más allá de la fecha y los actores que la pacten, es que necesitamos, el país urge, de una elección presidencial que nos sirva a todos.
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Sobre este tema particular he reflexionado mucho en los últimos días: Venezuela requiere, necesita, merece una elección presidencial que traiga soluciones a los más vulnerables.
¿Cómo se traduce esto? Con transparencia… La observación internacional, con voz y voto, como decimos en criollo, es vital y eso no se concreta en 35 días. Para eso se requieren mínimo seis meses.
Esto no supone que un grupo de amigos de quienes están en el poder se paseen a decir que Maduro hizo un proceso de altura. La elección presidencial de 2024 debe ser supervisada por el más alto nivel de la comunidad internacional.
No se trata de ser entreguista o irrespetar la soberanía de nuestra Patria. Somos un país soberano, sí, pero necesitamos dejar constancia de lo que sucederá por el bien del país.
En Venezuela no se puede volver a servir la mesa para que se repita el escenario de 2018 y todas las sanciones internacionales que con ello vinieron. No, nuestra gente no aguanta una medida internacional más. Ya quedó más que evidenciado que estas no dieron los resultados requeridos. Sigue Nicolás Maduro en el poder y los pobres venezolanos, cada día más pobres.
Venezuela, elecciones transparentes, creíbles, confiables. Mientras más observadores, mejor.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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