Presidente de Bielorrusia dice que podría compartir el poder y cambiar la Constitución
En medio de las cada vez mayores demandas para que ceda el poder, Lukashenko fue abucheado por los trabajadores de una fábrica de automóviles que visitó en Bielorrusia hoy, que le gritaban “renuncia” mientras intentaba responder a sus preguntas
Ante las crecientes protestas que suponen el mayor desafío en los 26 años que lleva en la presidencia, el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, dijo este lunes 17 de agosto que estaría dispuesto a compartir el poder y a cambiar la Constitución, pero que no lo haría bajo la presión de la calle.
Esta aparente concesión llega después de que Svetlana Tijanóvskaya, política de la oposición, dijera desde su exilio en Lituania que estaba dispuesta a dirigir el país, reseñó Reuters.
En medio de las cada vez mayores demandas para que ceda el poder, Lukashenko fue abucheado por los trabajadores de una fábrica de automóviles que visitó en Minsk hoy, que le gritaban “dimisión” mientras intentaba responder a sus preguntas.
El presidente aseguró ante los trabajadores que sólo se celebrarían nuevas elecciones como pide la oposición por encima de su cadáver.
Lukashenko dijo que ya se estaba trabajando en posibles cambios en la carta magna del país que podrían redistribuir el poder, pero que no lo haría bajo la presión de los manifestantes, informó la agencia de noticias Belta.
La oposición asegura que el líder bielorruso amañó las elecciones presidenciales del 9 de agosto para asegurarse un sexto mandato en el poder. Este lo rechaza y se remite a los resultados oficiales, que le dieron una aplastante victoria con más del 80% de los votos.
En un discurso grabado en video desde Lituania, la opositora Tsikhanouskaya pidió la creación de un marco legal que garantice que puedan celebrarse de nuevo unas elecciones justas.
También instó a las fuerzas de seguridad a cambiar de bando y abandonar el Gobierno, asegurando que, de hacerlo ahora, se perdonarían sus actuaciones pasadas.
Mientras esto ocurría, la agencia de noticias rusa Interfax informó que los empleados de la emisora estatal bielorrusa BT se habían declarado en huelga, después de que varios de sus presentadores y personal renunciaran públicamente la semana pasada en solidaridad con los manifestantes. Reuters no puedo confirmar de forma inmediata la interrupción de la actividad en BT.
Protestas en Bielorrusia
Una multitud de bielorrusos que coreaba “¡Renuncia!” llenó el centro de la capital Minsk ayer, en la mayor protesta hasta ahora contra lo que denuncian fue la reelección fraudulenta hace una semana del presidente Alexander Lukashenko.
Rusia dijo que ofrecería ayuda militar a Lukashenko si fuera necesario, pero no hubo presencia policial visible en la protesta, que atrajo a unas 200.000 personas, según la estimación de un reportero de Reuters. Al menos dos manifestantes han muerto y miles han sido detenidos en una ofensiva popular desde la votación.
El ambiente fue de celebración, con personas portando las banderas rojas y blancas utilizadas en Bielorrusia después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, antes de que Lukashenko restaurara la versión soviética cuatro años después.
Los opositores de Lukashenko, en el poder durante 26 años, dicen que la elección fue manipulada para disfrazar la pérdida de apoyo entre los votantes. El mandatario niega haber perdido y dice que los resultados oficiales le dieron poco más del 80% de los sufragios.
El Kremlin dijo que el presidente ruso Vladimir Putin le había dicho a Lukashenko que Rusia estaba dispuesta a ayudar a Bielorrusia de acuerdo con un pacto militar colectivo si fuera necesario, y que el país estaba siendo sometido a presiones externas, aunque no dijo de dónde.
Poco antes de la protesta de la oposición, partidarios de Lukashenko se reunieron en el centro de Minsk por primera vez desde las elecciones para escuchar un discurso enérgico. Según un periodista de Reuters se congregaron 5.000 personas, pero el Ministerio del Interior calculó la cifra en 65.000.