Presos del Cicpc Tucacas se cosen la boca para exigir ser trasladados

Una Ventana a la Libertad ha venido denunciando que los calabozos policiales son “las nuevas cárceles del siglo XXI”, donde la sobrevivencia de los detenidos depende de los familiares de la población reclusa. Los 19 reclusos que participan en esta acción de protesta en el Cicpc ya tienen una condena, por lo que deberían estar en un cárcel cumpliendo su pena
19 privados de libertad que permanecen en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) delegación Tucacas, estado Falcón, decidieron coserse la boca como medida de presión para ser trasladado a una de las 34 cárceles que hay en el país.
La medida de protesta inició el lunes 6 de junio y se dio a conocer gracias a una alerta emitida por familiares de los detenidos a la ONG Una Ventana a la Libertad.
Los 19 hombres privados de libertad que participan en esta protesta ya cuentan con una pena, es decir, ya se les sentenció por el o los delitos de los que se les acusaban, por lo tanto, deberían estar en un recinto carcelario pagando su condena.
Es así, como esta medida de presión nace ante la falta de respuesta a la solicitud del traslado.
Los familiares informaron que de este grupo hay detenidos que tienen hasta siete años en este centro de detención, nunca han sido trasladados y otros incluso, ya casi cumplen la totalidad de su condena. Recordemos que la ley establece que los Centros de Detención Preventiva son para que los detenidos estén como máximo los 45 días que dura el proceso de investigación para decidir si pasa a fase de juicio o no.
Esta es la segunda huelga que hacen los privados de libertad en lo que va de año en el mismo recinto. Aunque el año pasado, llegó la Comisión Nacional para la Revolución Judicial, no se lograron los objetivos y los detenidos decidieron hacer la segunda huelga.
Este lunes no dejaron ingresar alimentos, solo el agua. Sus familiares aguardaron en las afueras de los calabozos del Cicpc para esperar una respuesta, aunque entró una abogada privada y comprobó que se habían cosido la boca y estaban apoyados por los demás detenidos del recinto.
Se supo que la directiva del lugar, logró comunicarse con el Tribunal Penal del estado Falcón y este martes 7, esperan una delegación para mediar con los detenidos.
Una Ventana a la Libertad ha venido denunciando que los calabozos policiales son “las nuevas cárceles del siglo XXI”, donde la sobrevivencia de los detenidos depende de los familiares de la población reclusa.
Los datos del informe anual de la situación de los centros de detención preventiva en Venezuela se obtuvieron con el monitoreo constante de esta ONG con investigadores en 19 estados.
De acuerdo a la última publicación sobre el 2021, se confirmó que en estos espacios estaban detenidos 22.469 hombres (92,78%), y 1.749 mujeres (7,22%) detenidas, para un total de 24.218 detenidos, cuando el cupo total en los Centro de Detención Preventiva era de apenas 7.457.
En estos espacios se siguen acumulando hombres, mujeres e incluso, adolescentes, muchos de los cuales han cumplido años a la espera de un cupo de traslado a un centro penitenciario y, algunos, hasta cumplen el tiempo de su sentencia en estos espacios.
El uso y abuso de estos calabozos como cárceles de larga estadía es una violación de cada una de las personas detenidas que se encuentran en los mismos. En más del 60 % de las muertes que se registraron en estos retenes policiales se debieron a enfermedades prevenibles y tratables. El único que puede solucionar el caos que cada vez más está llevando a la muerte a venezolanos en estos centros de detención preventiva es el Estado Venezolano.
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