Primarias y el Salón de la Fama, por Luis Ernesto Aparicio M.
Twitter: @aparicioluis
Curioso título, dirán muchos. ¡¡¡Y con razón!!! Pero ha sido más inspirado por una consulta que me hiciera una muy apreciada amiga y colega. La hizo por aquello de que hay ejemplos a los que vale la pena estudiar hasta encontrar la posibilidad de obtener los mismos resultados que se obtiene desde la figura u organización ejemplarizante. Y aunque me he resistido a la tentación de opinar sobre algunos asuntos dejados atrás, cerrados, su consulta ha abierto esa puerta nuevamente.
La pregunta concreta se refería al proceso de selección al Salón de la Fama del Béisbol Americano o National Baseball Hall Of Fame, como se conoce en inglés. Obviamente, la curiosidad me invadió y pensé que mi amiga estaba interesada en convertirse en una reportera de ese maravillo deporte o, simplemente estaba pensando en algunos peloteros venezolanos que mantienen sus aspiraciones de entrar al museo ubicado en el estado de Tennessee, en un pueblo llamado Cooperstown, por supuesto en los Estados Unidos.
Y para mi mayor sorpresa, ella me comentaba que había alguien que le trataba de explicar de cómo, para las elecciones primarias de la oposición venezolana, se deberían crear unas normas más allá del voto jerarquizado y preferente.
Todos sabemos que el Salón de la Fama, es donde ingresan aquellos jugadores –peloteros– que se hayan destacado en el béisbol que se juega en los Estados Unidos. Ahora bien, ese ingreso no está definido por un capricho, ni mucho menos por una preferencia de una persona en particular. Para resolver una situación de esa naturaleza la liga de béisbol norteamericano buscó la mejor fórmula para evitar los efectos de una decisión aprovechada, aunque sí individual. Para lograrlo, necesitaban contar con unas personas que se encargaran de la selección, pero también con un proceso muy bien reglamentado.
Así fue como se apoyaron en los expertos: los cronistas o periodistas que siguen, día a día, todas las jugadas los peloteros. Que conocieran, incluso, desde sus virtudes como jugador, hasta su personalidad más allá de la línea de cal. De allí que decidieran entregar el proceso de selección a quienes se habían constituido como la Asociación de Escritores de Béisbol de América. En esta organización se agrupan todos los profesionales del periodismo que escriben para periódicos, revistas y sitios digitales calificados.
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Ahora bien, ¿todos los integrantes de la Asociación participan en el proceso de selección para el ingreso al Salón de la Fama? Pues no. Solo aquellos que tengan 10 años, o más, continuos en la referida organización, se encuentran en capacidad de votar para la selección de los próximos integrantes al templo del béisbol de los Estados Unidos.
Dicho esto, entramos al proceso de selección, donde se imponen las reglas para ello. Los jugadores –entre 25 a 40– son anotados en una boleta, que es distribuida a los integrantes de la Asociación. Con esto se inicia el proceso de selección –cada escritor puede elegir hasta 10 jugadores– y quien obtenga el 75% de los votos, es exaltado.
Como vemos, es un proceso sencillo, solo que es manejado por una especie de consejo electoral, que en todo caso son las Grandes Ligas y hay unos, muy selectos, electores. Cada uno de estos, posee cualidades que les destacan como escritor y conocedor del béisbol. Tienen su preferencia, pero también tienen el peso de los datos que deben recopilar para entender que su voto vaya más allá de sus sentimientos, aunque cueste un poco evitarlo.
En el proceso electoral de las primarias de la oposición, pueden existir muchos detalles que le hacen diferente a un proceso tipo Salón de la Fama. Hay unos presupuestos políticos que deben ser cubiertos. No existe la firmeza de las estadísticas para una selección y lo que es más importante, muchos no están dispuestos para aparecer en una boleta, por lo que es probable que busquen entrar por otra vía: ventanas, puertas traseras, laterales o cualquier grieta que encuentren.
Entonces es oportuno hacer algunas consideraciones. El método de elección de un integrante al Salón de la Fama está definido por un sólido acuerdo surgido en el seno de una organización de respetada trayectoria que lleva muchos años en eso. Por otra parte, se puede criticar la elección de algún pelotero, pero nadie se ocupa de desprestigiar y dudar de quienes integran la Asociación de Escritores, ni antes, durante, ni después del proceso.
En contra sentido, los integrantes de la junta electoral de las primarias, aunque tengan sobradas las razones para ser parte de ella, la mayoría de sus integrantes apenas debutan en un proceso similar y las normas o reglas son adaptadas a las circunstancias del momento. Por otra parte, esas reglas o el proceso en sí, tendrá que atravesar el camino de la molienda de los opuestos a todo y de aquellos que están, pero no tanto, para luego llegar al final de la condena o el reconocimiento por el cumplimiento de su deber.
Luis Ernesto Aparicio M. es periodista, exjefe de Prensa de la MUD
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