Primero lo primero, por Omar Ávila

X e Instagram: @OmarAvilaVzla
En las últimas semanas hemos visto como distintas vías principales de nuestro municipio Sucre han sido cerradas en horarios de alto tráfico debido a trabajos de demarcación de calles y avenidas, situación que vemos con buenos ojos, sin embargo, preocupa que no existe una planificación –más allá de que se informe a los vecinos del cierre temporal de las mismas–, en cuanto a las prioridades y lógica que debería privar.
Primero, debería de arreglarse los múltiples botes de agua que existen, por ejemplo, en la avenida San Francisco de Macaracuay a la altura de los centros comerciales, de igual manera la gran cantidad de alcantarillas en mal estado como en la avenida Francisco de Miranda, que entre la cuadra del metro de Los Cortijos y el antiguo Bingo Premier son varias las que toca reparar; y ni hablar de los huecos que hay por doquier por donde te metas, en cada una de las 5 parroquias de nuestro municipio Sucre, y en especial otras vías que ya son prácticamente intransitables, como la de nuestros apreciados vecinos de San Isidro.
Resulta inaudito –por decir lo menos– que pinten un brocal y no reparen los semáforo que se están cayendo, tal es el caso de la avenida San Francisco, frente a la Academia de natación.
La pregunta es: ¿Qué criterio aplican las autoridades? Porque vemos con preocupación que cada vez que llueve, las vías quedan anegadas ante la falta de limpieza y mantenimiento de los desagües, como ocurrió recientemente en el elevado de Palo Verde.
Y es que la situación de las lluvias en nuestro municipio Sucre, sigue siendo un tema de preocupación constante, donde tenemos sectores como la Agricultura en Petare, que son afectados permanentes por las inundaciones que causan los aguaceros, ante la falta de un sistema de drenaje adecuado, que hagan que las precipitaciones sigan siendo un problema recurrente, que deje de afectar calles, viviendas e incluso la movilidad de todos los que habitamos en este municipio.
Aunque vimos a las autoridades actuar en lo inmediato, en sectores como la zona 2 del barrio José Félix Ribas, muchos vendedores perdieron su mercancía a causa de las lluvias y a inexistencia de drenajes destapados, lo correcto es que se tomaran las medidas preventivas, que eviten este tipo de situaciones. Como lo hemos dicho, se trata de abordar la causa de cada uno de los problemas que estas ocasionan; el deterioro de la infraestructura y de los servicios públicos.
Hay una ineficiencia por parte del Estado en el manejo de los servicios públicos, incluyendo el agua y el sistema de drenaje. Por lo que el gobierno debe soltar el control de estos servicios y delegar su manejo a empresas privadas, a quienes se les pueda auditar y hacer una verdadera contraloría, con el único objetivo de que las gestión de los servicios sea más eficiente y de mejor calidad; que en el caso de las lluvias, se traduciría en un mantenimiento y dragado de drenajes, torrenteras y ríos que evite las inundaciones y desbordamientos.
Es por ello que urge un cambio de modelo de gestión y un plan de recuperación de la infraestructura nacional que resuelva los problemas de fondo, en el que no tengamos que preguntarnos si Venezuela es un país de azúcar.
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Omar Ávila es secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela.
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