Producción de caña de azúcar se ubica en niveles de 1957
La producción estimada de 2,4 millones de toneladas representa una caída de 73,3% con respecto al pico de 2005-2006, periodo cuando se cosecharon más de 9 millones de toneladas
La producción de caña de azúcar que llevan los productores durante la zafra 2020-2021 se ubica en niveles de 1957, cuando se cosecharon 2.120.470 toneladas, de acuerdo con el entonces Ministerio de Agricultura y Cría (MAC). En ese momento había en el país unos 6,68 millones de habitantes, el 23% de la población actual de Venezuela, de aproximadamente 28,4 millones, luego de la ola migratoria que ha ocurrido en los últimos años por la crisis económica.
A tres semanas de que finalice la zafra 2020-2021 (a principios de mayo), los cañicultores nacionales han cosechado poco más de dos millones de toneladas de caña de azúcar, lo que representa 83% de la producción estimada de 2,4 millones de toneladas, dijo a TalCual el presidente de Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez.
«Hemos hecho de tripas corazón, pero dentro de todo hemos salido airosos», afirmó. «Llevamos 80% del estimado».
Si la producción de caña de azúcar llega a la meta de 2.400.000 toneladas, el sector registraría un leve incremento de 300.000 toneladas en comparación con la zafra 2019-2020. Sin embargo, representaría una caída de 73,3% con respecto a la producción pico de 2005-2006, periodo cuando los productores cosecharon más de 9 millones de toneladas de caña.
A partir de 1962 la producción de caña de azúcar no bajó de las dos millones y medio de toneladas. Una década después, en 1972, subió a 5,73 millones de toneladas, y continuó ascendiendo hasta llegar a poco más de nueve millones de toneladas en 2006, último año de crecimiento. Desde entonces ha disminuido de manera sostenida como consecuencia de la escasez de insumos, expropiaciones, controles y la falta de una política azucarera coherente. Bastaron 14 años para retroceder 64 años.
En medio de la escasez de diésel, los cañicultores han continuado trabajando con asignaciones esporádicas por parte del Estado a centrales azucareros que apoyan a los productores, haciendo colas en las estaciones de servicio donde estén suministrando el combustible y hasta comprando a un dólar el litro en el mercado negro. «Estamos haciendo lo que hace todo el mundo no solo con el diésel sino también con la gasolina en el interior. Incluso se ha llegado a pagar el litro bachaqueado hasta a un dólar».
Álvarez indicó que la administración de Nicolás Maduro no ha respondido a la solicitud formal que hizo un grupo de productores del sector azucarero de un permiso para poder importar alrededor de cinco millones de litros de diésel desde Colombia y poder trasladarlo por el país sin tener problemas en las alcabalas de guardias y policías.
«Hasta este momento (14 de abril) no han respondido. Se hizo esta petición en febrero porque ya se visualizaba que el problema del diésel se iba a agravar. Hemos pensado traerlo por Colombia porque es lo más rápido, por barco la logística es más complicada. El permiso no es solo para pasarlo por la frontera sino también para que nos permitan circular por todo el territorio nacional. Cada alcabala es un peaje fuerte», dijo el representante del sector cañicultor.
Aseguró que si el gobierno da el permiso después de que se acabe la zafra, el diésel podría destinarse a la producción del Central Azucarero La Pastora, ubicado en el estado Lara, que sigue trabajando hasta agosto, y para el transporte del azúcar crudo importado desde los barcos hasta los otros centrales que están activos.
El sector también ha denunciado que las importaciones de azúcar terminada ha generado una competencia desleal con la producción nacional. Aseguran que la oferta cada vez mayor del rubro importado en el mercado debido a la exoneración de impuestos arancelarios por parte del gobierno de Maduro ha tumbado las ventas de los productores nacionales, quienes hasta han tenido sus almacenes abarrotados de azúcar por la caída de las ventas.
Fesoca calcula que más de la mitad del azúcar que entra al país no tiene licencia de importación otorgada por el gobierno.