Propietarios y socialismo, por Tony Rivera Chávez
La apropiación por parte del Estado de una serie de Empresas para complacer “un degenerado Estado Capitalista” basándose en las experiencias externas cubanas para fortalecer no el Poder de los Trabajadores sino el centralismo burocrático sin darle la importancia vital del caso a la Producción, la productividad y la calidad de lo producido para fortalecer el consumo de los trabajadores y la población, en general; a la vez que también privilegiar la existencia de los sectores más vulnerables al sector de la producción como son los niños, ancianos, mujeres en gravidez, enfermos a los cuales por preferencia debe asistir el llamado Estado Obrero ha traído como consecuencia un gasto publico totalmente desequilibrado que supone el uso de los beneficios del sector petrolero-minero para cubrir estos déficits que se han generado principalmente al darle al sector militar ajeno a las técnicas , métodos y experiencias necesarias para la rentabilidad del Capital y su optimización la administración de estas empresas expropiadas convirtiéndolas en improductivas y en cargas negativas para el crecimiento económico restándole al Producto Social cantidad y calidad.
No se entiende esa pretensión de producir sin Planificación Económica y sin racionalidad en el tema cuando además se observa una tendencia al respeto de ciertos elementos donde existen los valores mercantiles del capitalismo con más fortaleza como es el sector vivienda cuando hay propietarios alquilando en dólares y la existencia de una oligarquía inmobiliaria intocable lo cual hace suponer beneficios para la burocracia en el Poder dada la intemperancia de este factor cuando además el gobierno se ufana de la fabricación millonaria de viviendas.
Esta renta así generada carece de controles lo cuales les da aún más fuerza existencial. Así este Estado pro-socialista lleno de contradicciones le otorga ganancias a los distribuidores de bienes y servicios pero castra al Productor. En el caso de los comerciantes en esta crisis obtienen una “plusvalía comercial” nunca vista con anterioridad pero a la vez igual el pago del consumidor por concepto del IVA se hace terrible para su bolsillo dándole al proceso circulatorio del dinero un saldo ganador al Estado y el distribuidor mientras el pueblo es exprimido.
El tema del “precio justo”(algo muy cristiano y escolástico), por cierto, básicos para la economía de mercado y la inexistencia de monopolios y oligopolios; se quedó en una teoría porque no hay nada justo cuando no existe libertad para establecer un equilibrio y por el contrario es el burócrata quien desde un absoluto subjetivismo pretende poner precios no basados en la libre competencia ,ni en las estructuras dinámicas de costos, inflación, etc sino desde la limitación de un saldo entre gastos e ingresos así elaborados en resultados estáticos generando unos precios injustos a la vez que mermando el Poder adquisitivo racional del trabajador .Por esta vía llegaremos a la condena de la prostitución por violar el sexto mandamiento pero no por cobrar excesivamente por sus servicios ya que esto genera tributos al Estado.
El tal modelo socialista del siglo XXI se hace cada vez más caprichoso y sesgado para la estructuración del burocratismo que con más Poder obtiene mejores Ingresos por la vía de la corrupción del sistema que por cualquier otra vía como es el caso de la “élite” que se desplaza por la ciudad en vehículos de lujo, habita en la Misión Barrio Afuera, viaja, tienen sus hijos en el exterior y según la demagogia ganan lo mismo que Juan Pendejo. ¡Farsa electoral! La forma de ir a la vida práctica para obtener la verdad no requiere explicaciones ni excusas emotivas como esas de tenemos Patria como si ella fuera una tierra en el aire, sin hombres y necesidades. La Patria sin población no existe de tal manera que son los ciudadanos quienes son sus garantes en su calidad de vida, patriotismo, sus consumos, seguridad, historia y costumbres que la definen. Si la Patria es sinónimo de un tenderete no puede ser apreciada como si se considera desde la grandeza de la producción, cualidades y valores de sus hombres. La emigración lo corrobora.
En definitiva en este socialismo no se sabe si “los burgueses revolucionarios” defienden su propiedad o los del especulador o si por el contrario toda orden les llega vía tuiter desde La Habana calculadas para mantener la tasa de ganancia necesaria para prolongarle la franquicia de explotación del cuento de cuartel del socialismo del siglo XXI. Todo es incertidumbre en el País menos la dulce vida de la burochorocracia en el Poder.