Provita lidera proyecto para reducir la demanda de aves silvestres en Venezuela
Provita cuenta con “muy buena experiencia y muy buenos resultados que mostrar” gracias al trabajo desarrollado a lo largo de los años en el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña y en la Iniciativa Cardenalito
La Organización No Gubernamental (ONG) Provita, dio inicio al proyecto “Cambio de comportamiento para reducir la demanda en el tráfico ilegal de aves venezolanas”, una iniciativa apoyada por el Gobierno de Reino Unido, a través del programa Illegal Wildlife Trade Challenge Fund.
Así lo dio a conocer la directora ejecutiva de la asociación civil, Bibiana Sucre, quien indicó que el proyecto fue seleccionado entre 180 postulaciones de diferentes países y es el primero que este programa del Gobierno británico financia en Venezuela.
Explicó que, durante los próximos tres años, profesionales de diferentes disciplinas como ecología, comunicación social, educación, sociología y gerencia de proyectos unirán sus experiencias y habilidades para diseñar campañas educativas y comunicacionales enfocadas en reducir la demanda de dos especies de aves venezolanas amenazadas por el tráfico ilegal de fauna: la cotorra cabeciamarilla (Amazona barbadensis) y el cardenalito (Spinus cucullatus).
La organización señaló que el diseño, implementación y evaluación de estas campañas serán apoyados por organizaciones venezolanas como el Zoológico Leslie Pantin, la Fundación de Financiamiento Rural (Fundefir), el Gobierno del estado Nueva Esparta y el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), así como por socios internacionales como el Smithsonian National Zoo, el Smithsonian Conservation Biology Institute y el Comité de Países Bajos de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En este sentido, Sucre recalcó que este proyecto representa una oportunidad para demostrar que la demanda de fauna silvestre puede reducirse con la participación positiva de las comunidades y cambiando la relación que estos actores tienen con la fauna, “para lograr un ganar-ganar para la naturaleza y las personas”.
Por ello, señaló que Provita cuenta con “muy buena experiencia y muy buenos resultados que mostrar” gracias al trabajo desarrollado a lo largo de los años en el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña y en la Iniciativa Cardenalito.
“Ahora entendemos un poco mejor las actitudes y normas sociales relacionadas con la tenencia de cardenalitos y cotorras cabeciamarillas y cómo la comunidad percibe el problema del tráfico ilegal de estas aves, particularmente su rol como consumidores. Con este proyecto buscamos promover la adopción de comportamientos ambientalmente sostenibles”, precisó.
Sucre recordó que desde hace más de 33 años, Provita trabaja en la recuperación de las poblaciones silvestres de la cotorra cabeciamarilla, también conocida como cotorra margariteña. El ave llegó a contar con unos 700 ejemplares en vida silvestre y de acuerdo al último censo suman más de dos mil individuos silvestres.
Asimismo, a través de la Iniciativa Cardenalito también se ha trabajado por más de una década en la protección de esta pequeña ave. Actualmente, cuenta con un programa de recuperación de su hábitat y un centro de conservación para apoyar programas educativos.
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Por su parte, Ada Sánchez-Mercado, líder del proyecto, detalló que uno de los compromisos “es la generación de herramientas y guías en español, adaptadas al contexto venezolano y latinoamericano para diseñar y evaluar este tipo de campañas”.
“La idea es que esta experiencia pueda ser de utilidad para otras organizaciones en Venezuela y en otros países de Latinoamérica. Existe mucho material sobre cómo diseñar y evaluar campañas de cambio de comportamiento, pero están dispersos y la gran mayoría en inglés, por lo que organizaciones pequeñas o locales no tienen acceso a ellos”, explicó.