¿Qué dijeron en la FAN?, por Simón Boccanegra

Curioso por conocer cuáles hubieran podido ser las reacciones que se produjeron en el mundo militar tras las declaraciones –es un decir, hay que llamarlas de alguna maneradel señor ministro del Poder Popular para la Defensa, el general Gustavo Rangel Briceño, llamé a varios amigos míos que portan uniforme –tomadas las debidas precauciones telefónicas, también hay que decirlo, porque, ya se sabe, aquí todo el mundo tiene el teléfono pinchado. Para mi sorpresa, no era la cólera la nota dominante. Disgusto, sí, pero sin especial arrechera. «¿Quién es el burro?» es lo más duro que me respondieron. Es que todos, por separado, desde luego, coincidieron en que el hombre está siendo más papista que el Papa con la intención de que el presidente lo recompense y difiera su pase a retiro, que debe tener lugar el próximo 5 de julio y lo mantenga en la chamba por un tiempo más. O sea, le cacharon la jugada. Pero por otro lado ¿a qué viene esa descarga contra los llamados «institucionalistas»? No puede ser que Rangel haya estado gastando pólvora en zamuros. Hay muchas maneras de jalar, de modo que hacerlo por la vía de agraviar a quienes no son como él tiene que tener un sentido particular. ¿Tanta presencia tienen en la FAN los oficiales que se resisten a llevar en la cartera el carnet del PSUV como para que el Ministro les dedique esas salvas fecales que adornaron sus teorizaciones pretendidamente clausewitzianas sobre lo militar y lo político? Por lo demás, el señor Ministro puede sentirse orgulloso y esperanzado: el Presidente le dio el trato que suele reservar para Mario Silva.