¿Qué pasa con TalCual?, por Teodoro Petkoff
LOS ANTECEDENTES
TalCual decidió hace poco transformarse de vespertino en matutino. ¿Razones? Ampliar nuestro radio de acción y con ello nuestra condición de referencia político-editorial. El cambio mejorará nuestra circulación tanto en Caracas como en el interior del país. En Caracas sólo alcanzamos a cubrir actualmente 800 quioscos, de los 5.000 puntos de venta existentes en la ciudad, mientras que al interior estamos llegando al día siguiente, todo lo cual, como se comprende, limita nuestra circulación. Al mismo tiempo razones estrictamente económicas en cuanto a costos de producción, pesaron en la decisión. Con tal fin llegamos a un acuerdo con El Universal, para imprimir en sus talleres, y con la empresa que distribuye ese diario para que asuma la distribución de TalCual en Caracas. En el interior ya esa misma empresa, desde hace algún tiempo distribuye TalCual en 32 ciudades del país.
Discutimos con la empresa distribuidora la posibilidad de que asumiera a los actuales distribuidores mayoristas, independientes, de TalCual, que son 22, así como a los pregoneros. La empresa aceptó incorporar a su plantel a los pregoneros vendedores de TalCual, pero lamentablemente no puede hacer lo mismo con los mayoristas independientes.
LOS HECHOS RECIENTES
Habida cuenta de esto e informados los 22 mayoristas distribuidores, independientes, de TalCual de la nueva situación el Director del periódico, el Gerente y el Gerente de Distribución nos reunimos con ellos el lunes 3 de septiembre.
Antes de la reunión los mayoristas independientes intentaron suspender la distribución del diario ese día, pero después de una conversación desistieron de ello y acordamos una reunión para el martes 11 a fin de examinar la situación. Ese día los mayoristas independientes exigieron lo que denominaron una “compensación justa” por la suspensión de su relación comercial con TalCual. Acordamos reunirnos de nuevo el martes 18. En esta reunión, TalCual anunció su disposición, a pesar (como veremos más adelante) de que no existe ninguna obligación legal para ello, de entregar a los mayoristas independientes el producto total de la venta del periódico durante los 18 días que nos separan del 15 de octubre, día previsto para la salida del matutino. Esto significa que por cada ejemplar vendido el mayorista recibiría 1.200 bolívares (precio), menos lo que perciben los quiosqueros (120 bolívares). Por cada ejemplar el mayorista recibiría 1.080 bolívares, multiplicados por 18 días, durante los cuales TalCual pagaría por la impresión del diario sin percibir ningún ingreso por su venta. La suma de lo que habría de percibir en 18 días cada mayorista, de acuerdo con el cupo que cada uno de ellos coloca, equivale al ingreso que obtendría en CINCO MESES. Esta oferta fue rechazada y exigieron que se les diera el ingreso equivalente a UN AÑO.
Aquí, desde luego, se suspendió la reunión. TalCual no está en condiciones financieras de atender tal solicitud. Los mayoristas independientes bloquearon el andén del taller y el diario, lógicamente, no pudo circular, porque ni siquiera la edición para el interior, que no es distribuida por estos mayoristas independientes, pudo ser retirada.
LA SITUACIÓN JURÍDICA
Nuestra disposición a alcanzar ese arreglo es producto de nuestra buena voluntad y un gesto de pura decencia, porque jurídicamente no sólo no estamos obligados a nada sino que existe abundante jurisprudencia que abona en nuestro favor.
La relación entre los mayoristas independientes y el diario no es laboral sino COMERCIAL. Ellos son pequeños comerciantes, con su propio transporte y asumiendo los costos de sus operaciones, que no sólo distribuyen TalCual sino varias otras publicaciones. Es decir, TalCual es sólo uno de los productos que distribuyen. De hecho, algunos de ellos no sólo son distribuidores independientes sino propietarios de quioscos. En suma, se trata de comerciantes, cuya relación con TalCual es estrictamente comercial y de ningún modo laboral. No perciben salarios de TalCual sino una ganancia por la venta del periódico, al igual que la perciben los quiosqueros y los pregoneros. Sobre esto existe jurisprudencia. El 17 de junio de 2004, la Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia, presidida por el magistrado Omar Mora Díaz y con base en ponencia del magistrado José Rafael Perdomo (valga señalar que este es un conocido abogado laboralista), declaró SIN LUGAR una demanda intentada por un mayorista contra la Cadena Capriles, por cobro de “indemnizaciones”. Dijo la Sala que las circunstancias del caso: “Desvirtúan la presunción de existencia de relación laboral (…) lo cual además implica que no puede considerarse que la remuneración que percibía por los viajes o transportes efectuados (…) pueda tenerse como salario base de prestaciones…” .
El 3 de septiembre de 2004, en un juicio intentado por un distribuidor independiente de diarios contra El Informador, de Barquisimeto, el juez de la causa, del Juzgado Primero de Primera Instancia de juicio en Régimen Procesal Transitorio del Trabajo del estado Lara también declaró SIN LUGAR esa demanda y además condenó al demandante a pagar las costas del juicio.
Existe otra sentencia de un tribunal del estado Anzoátegui, declarando también SIN LUGAR una demanda similar intentada contra el diario El Norte, de Puerto La Cruz. Además existen otras dos sentencias similares en relación con dos diarios del estado Bolívar.