¿Qué quedó del legado de Chávez?, por Freider Gandica
Twitter e Instagram: @FreiderGandica
En el año 2006 con tan sólo 10 años vivía en un país rico, por así decirlo, claramente no tenía ni la más remota idea de cómo funcionaba la economía ni mucho menos qué era el capitalismo y el comunismo, lo único que escuchaba a diario era la palabra “socialismo”, esto debido a la gran cantidad de propaganda que el extinto Hugo Chávez tenía en todos los medios del país promoviendo el “Socialismo del siglo XXI”.
En mi hogar, conformado por una familia de clase media baja, los mercados se hacían en la bodega del señor Miguel; esta era una pequeña tienda de barrio que tenía todos los productos de la canasta básica sin sobreprecio. El buen Miguel le permitía a mi padre llevar “fiado” a mi casa distintos productos alimenticios y que en la quincena se los pagara sin ningún tipo de intereses y sin la preocupación de que la inflación acabaría con su pequeño emprendimiento.
Así era la vida de más de una familia en el pueblo del cual soy oriundo, en el Estado Táchira; todos trabajaban y sin muchas riquezas, vivían bien, sin la preocupación de saber que se va a acabar el cilindro de gas doméstico, que el agua no llegó, que el internet no funciona, que la electricidad se va al menos 20 horas diarias y hasta la preocupación de no tener combustible en los vehículos para una emergencia.
14 años más tarde, nuestro país en vez de avanzar e ir camino al desarrollo, ha retrocedido a la época de la Venezuela rural. Es increíble pensar que en Latinoamérica exista un país con las mayores reservas de petróleo del mundo probadas y que la gente se esté cayendo a golpes en una estación de servicios para poder abastecer de combustible su tanque.
Lo que en la actualidad está enfrentando nuestra gente es perverso y muy entristecedor, llegamos a un punto en el cual se cree que Venezuela no puede estar peor, pero que bah, cada día que transcurre, la situación es más agobiante.
Imagínense que por la pandemia del Covid-19 te exijan no salir de tu casa, perfecto, entendido, es por el bienestar de la comunidad en general y así evitar la propagación del coronavirus, eso actualmente todos lo estamos haciendo, pero ahora imagínense lo que es estar en cuarentena y sólo contar con cuatro horas diarias de electricidad, inhumano ¿cierto?
Ante el decadente sistema eléctrico de Venezuela, los ciudadanos han sido obligados en diferentes épocas a vivir un racionamiento programado de por lo menos cuatros horas al día, pero desde marzo de 2019 que hubo el gran apagón nacional, los venezolanos han pasado más de 420 días en racionamiento continuo. Esto, en un principio, constaba de ocho horas diarias divididas dos veces al día, es decir, cuatro horas en la mañana y cuatro horas en la noche. Hoy, este racionamiento no está ni cerca de lo que nuestra gente está enfrentando, de las 24 horas al día, sólo cuentan con el servicio eléctrico cuatro horas y ni siquiera existe un horario determinado para que la gente se prepare, simplemente la cortan y ya.
Y si al día sólo tienes cuatro horas de servicio eléctrico, pueden imaginar cómo se derivan el resto de los problemas, por ejemplo: No hay conectividad de internet ni fija, ni móvil. La cantidad de Fakes News que circulan por cadenas de WhatsApp son innumerables, esto debido a que la censura de los medios hace casi imposible informarse y sólo existe la posibilidad de ver los noticieros de televisión (también censurados) si por casualidad de la vida tienes electricidad en los horarios en los cuales suelen ser trasmitidos. La prensa impresa es muy pobre, además de la poca que hoy en día circula.
Otro ejemplo de lo más cotidiano en la actualidad venezolana es la falta de agua, la OMS nos dice que debemos lavarnos las manos con frecuencia, así eliminamos la capa dérmica del covid-19 matando el virus y evitando la propagación. Lavarse las manos en Venezuela, aunque suene exagerado, es un lujo. Por los continuos apagones, los sistemas de bombeos de agua están colapsados y sólo surten este vital líquido cuando el flujo eléctrico lo permite. Ni los hospitales tienen la dicha de tener un flujo continuo de agua.
Chávez dijo que Venezuela en el 2021 sería el país potencia más envidiado del mundo, que los venezolanos tendrían la mejor calidad de vida del continente y que acabaría con la pobreza y el analfabetismo que los anteriores gobiernos al suyo habían dejado. Su socialismo moderno sólo demostró una vez más, que esa ideología destruye y empobrece.
Venezuela seguirá enfrentando lo único que dejó el legado de Hugo Chávez: La muerte.