¿Quién nos protege a nosotros de Chávez y Correa?
¡Pobrecitos los gobiernos de Ecuador y Venezuela! Dan tanta lástima como el mendigo a quien le roban las limosnas y encima le rompen el platico en la cabeza. Víctimas inocentes de los malvados medios de comunicación independientes, cándidas ovejitas del Señor, van a proponer la creación de un organismo supranacional suramericano que los proteja de las malvadas acechanzas de los lobos mediáticos. Quieren su propia Corte Interamericana de Derechos Humanos como guarimba. Por supuesto, ese organismo no sólo los protegerá de los medios, también puede servir para protegerlos de los partidos opositores, de los sindicatos, de los gremios profesionales, de los empresarios, de las ONG, y hasta de los meros ciudadanos que se pongan cómicos. Imaginemos una de sus sentencias: «Se impone una suspensión de 72 horas a la televisora (o al periódico o a la emisora de radio) XYZ, como aviso para una suspensión definitiva, por haber difundido, con inocultables propósitos desestabilizadores, dictados desde Langley, Virginia, sede de la CIA, calumniosas noticias sobre impensables actos de corrupción de Mengano, pulcrísimo ministro, incapaz de cogerse un centavo, cuyo actual nivel de vida, que los mentirosos medios califican de «ostentoso», se debe a las regalías obtenidas de la venta de sus opúsculos poéticos y de sus discos de música de protesta». Este minicronista, sabedor de los padecimientos de ambos mandatarios, sobre todo del nuestro, que se ve obligado a hacer hasta tres y cuatro cadenas diarias para tratar de contrarrestar la acción disolvente de los medios, propone que se les considere para el próximo Premio Príncipe de Asturias.