Racionamiento eléctrico acaba con las expectativas del sector turístico para Semana Santa
La ocupación hotelera en marzo se redujo 3,25 puntos porcentuales al pasar de 29,12% en febrero a 25,87%, de acuerdo con la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela (Fenahoven)
En julio de 2018, el sector privado advirtió a Stella Lugo, ministro de Turismo, que el colapso de los servicios públicos estaba afectando seriamente el desarrollo turístico del país. En reuniones con funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, se denunció que algunos hoteles se habían visto obligados a pagar camiones cisternas y generar su propia energía eléctrica.
Pero las advertencias fueron desoídas, y apenas un mes después, el 13 de agosto, la planta eléctrica del hotel Crown Plaza Maruma, en el estado Zulia, se incendió por recalentamiento tras horas en funcionamiento y los huéspedes fueron desalojados. En ese entonces, zulianos reportaban que la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) suministraba de 2 a 6 horas diarias de energía a la entidad.
Siete meses después, el 7 de marzo pasado, Venezuela sufrió el apagón nacional más largo de su historia, que desencadenó una sucesión de fallas eléctricas que, además de dejar daños y pérdidas por el orden de los 2.106 millones de dólares, hundieron, aún más, al turismo, un sector que ya venía contrayéndose por la falta de conectividad, la inseguridad, el mal estado de las carreteras y la pérdida del poder adquisitivo, esto resultado de una hiperinflación que en marzo registró una tasa interanual de 1.623.656%, de acuerdo con la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional.
“Es una crónica de un apagón anunciado, producto de la desinversión y de la falta de mantenimiento”, dice Jesús Irausquín, presidente del Consejo Superior de Turismo (Conseturismo). “Desde hace muchísimos años advertimos que el sistema eléctrico iba a colapsar, y en efecto sucedió. Este colapso prácticamente trajo como consecuencia la paralización del sector turístico”
“No me voy a arriesgar”
Irausquín afirma que las expectativas para Semana Santa son muy negativas, pues mientras exista racionamiento eléctrico el desarrollo turístico se verá limitado. Pone en tela de juicio que la gente se arriesgue a tomar vacaciones durante los venideros días de asueto en un destino turístico, sin tener garantizado que se le puedan prestar los servicios que demanda.
Mientras tratan “de estabilizar el sistema eléctrico”, Maduro anunció un “plan de administración de carga” durante 30 días –abarca también los días de Semana Mayor– que su gobierno aplicará incluso en aquellos estados en los que se encuentran los principales destinos turísticos de Venezuela, como lo son Nueva Esparta, Mérida, Falcón, Sucre, Anzoátegui y Zulia.
“Es preocupante ese racionamiento eléctrico, pues evidencia que el problema es mucho más agudo de lo que el gobierno quiere dejar ver, y vamos a seguir teniendo problemas serios si no se asume el compromiso del sistema eléctrico con el profesionalismo y la dedicación que amerita”, dijo Irausquín.
Mariana Arenas, venezolana, da fe de ello. Considera que sería un riesgo tomarse por lo menos un día de vacaciones en Semana Santa por la crisis eléctrica, que volvió a dejar a oscuras a buena parte del país cerca de las 11:15 pm del martes 9 de abril, inclusive en el Área Metropolitana de Caracas, Vargas y Nueva Esparta, entidades que el gobierno prometió que estarían exentas del plan de racionamiento.
“En este momento es un riesgo ir a cualquier destino turístico del país, sobre todo al estado Zulia, donde ha habido severos problemas con el servicio eléctrico. Yo no me voy a arriesgar a tomar vacaciones, y mucho menos a pasar trabajo, si ya soy de la capital y estoy pasando trabajo aquí. Siento que no me van a poder garantizar un servicio eléctrico continuo, y aunque me aloje en un hotel con planta eléctrica, los apagones igualmente afectan las telecomunicaciones y el suministro de agua”, expresó Arenas.
Ocupación hotelera descendió
Por la falta de electricidad y de agua potable, algunas personas que aún tienen poder adquisitivo pese a la hiperinflación, empresas y medios de comunicación optaron por hospedarse o trabajar en áreas de algún hotel con planta eléctrica, lo que incidió en la tasa de ocupación hotelera.
Aun así, el alojamiento promedio en marzo se redujo 3,25 puntos porcentuales al pasar de 29,12% en febrero a 25,87%, de acuerdo con la Federación Nacional de Hoteles de Venezuela (Fenahoven). Además, descendió 29,53 puntos en comparación con marzo de 2018, cuando el hospedaje fue de 55,40%.
En 13 de 19 estados del país, incluso en destinos turísticos por excelencia, la ocupación hotelera cayó en marzo hasta 20 puntos porcentuales respecto a febrero, como fue el caso de Sucre, que pasó de 40% a 20%.
Julio Arnaldes, director ejecutivo de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas (Avemarep), afirmó que el alojamiento promedio en lo que va de año se sitúa entre 8% y 11% en Nueva Esparta, entidad que hace un año registraba una ocupación de 42% y cinco años atrás de hasta 83%, por lo que descendió más de 70 puntos porcentuales desde 2014, un año después de que Maduro asumiera el poder.
“El turismo dejó de existir en Venezuela”, sentenció Arnaldes, entre otras razones por el colapso de los servicios básicos
José Alberto Núñez, presidente ejecutivo de Fenahoven, señaló que durante la crisis eléctrica en marzo en algunos hoteles hubo más empleados que huéspedes, sobre todo en aquellos en los que la ocupación fue de apenas 8%. Sin embargo, afirmó que en otros hoteles pareció que más bien la crisis los “favoreció”, pues algunas personas que no tenían los servicios en sus hogares se hospedaron mientras el dinero les rendía.
Núñez expresó que, desde el establecimiento más pequeño hasta el más grande, la preocupación de los prestadores del servicio es atender a sus clientes dentro de los estándares esperados. “Esos son altibajos que no los espera nadie, y que además son fortuitos y aleatorios hasta cierto grado”, dijo.
Añadió que no todos los hoteles tienen plantas eléctricas, por lo que están estudiando a cuántos hoteleros que no cuentan con autogeneración de energía pueden proveerles esos equipos.
El presidente de Conseturismo expresó que el sector no ve que el gobierno de Maduro tenga la capacidad para solventar la crisis eléctrica, lo cual les preocupa. “Lo que está pasando en el estado Zulia, por ejemplo, es inhumano, y nos alarma que el gobierno no esté buscándoles una solución a los zulianos”, añadió.
El caos occidental
De los 27 hoteles –de entre una y cinco estrellas– que agrupa la Cámara Hotelera del estado Zulia, solamente 8 cuentan con plantas eléctricas con una capacidad suficiente para mantener operativas todas las instalaciones cuando no hay electricidad, que con el “plan de administración de carga” es, aproximadamente, durante 20 horas diarias.
“Las plantas que compramos son para emergencia, pueden trabajar hasta 6 horas diarias, pero aquí están encendidas día y noche. El lunes a un hotel se le dañó la planta por el exceso de uso”, dijo Elvira Pradelli, presidenta de la Cámara.
Además, tener un equipo que autogenere energía no garantiza que el hotel tenga electricidad, pues las plantas necesitan diésel para funcionar, y actualmente se reporta una fuerte escasez del combustible, cuya demanda se incrementó luego del colapso eléctrico en marzo.
Algunos de los 19 hoteles restantes cuentan con equipos que solamente suministran energía a la recepción, y otros no tienen nada.
“Hay hoteles que están en un cierre técnico porque no pueden trabajar. Los que no tienen plantas eléctricas nos informan que ya no pueden más, que llevan vacíos prácticamente un mes, sin clientes, aun cuando siguen abiertos. Otros están cerrados porque no tienen electricidad y tampoco les ha llegado agua”, afirmó Pradelli. “Tampoco funcionan el Internet, las líneas telefónicas ni los puntos de venta. Es un caos lo que estamos viviendo en el Zulia”.
Señaló que la situación en la entidad está tan delicada que los camiones cisternas prácticamente no están despachando porque temen que les secuestren sus unidades. “Las comunidades están desesperadas por falta de electricidad y agua”.
En el Zulia la ocupación hotelera descendió en marzo 18 puntos porcentuales respecto a febrero, pues pasó de 29% a 11%. Durante los primeros días de abril de 2019 los hoteles han reportado una ocupación entre 9% y 11%, por lo que la proyección de la Cámara para Semana Santa no es alentadora. “La gente conoce la terrible situación que atraviesa el estado, además de que prácticamente no hay boletos aéreos. Cinco años atrás, abril era un mes que registraba un alojamiento de hasta 80%”.