Rafael Ramírez reconoce que Maduro acató decisiones del «viejo», ¿Será Fidel?
En artículo publicado en el portal aporrea.org, el expresidente de Pdvsa dice que Citgo no se vendió porque viajaron a Cuba y convencieron al «viejo» de que no se vendiera. Ocurrió en 2014
Mucho se ha denunciado desde la oposición el poder que el gobierno cubano ejerció sobre Hugo Chávez, primero, y después sobre Nicolás Maduro, pero nunca un funcionario chavista había reconocido tal situación hasta hoy. En su articulo dominical, Rafael Ramírez, expresidente de Pdvsa dice que Citgo no se vendió porque el hoy presidente de esa empresa, Asdrúbal Chávez y quien lo precedió en el cargo, Nelson Martínez, “viajaron a Cuba, le mintieron al viejo, y de allí regresaron con la decisión firme de no vender Citgo”.
No hay confusión posible sobre quién es el “viejo”. El viaje se produce en 2014, un año después de la muerte de Hugo Chávez. Fidel Castro seguía vivito y coleando y era muy escuchado dentro de la burocracia chavista. Ramírez dice que era partidario de vender Citgo, pues opera en un Estado “hostil” para con el gobierno venezolano y que si se hubiera atendido su propuesta hoy no existiera la posibilidad de perder esa empresa por la demanda de Crystallex.
En su artículo, Ramírez asegura que cuando promovió la venta de Citgo recibió propuestas de compra que alcanzaban los 15 mil millones de dólares, pero la operación fue paralizada por orden de Nicolás Maduro y abortada por la recomendación del “viejo”, además de que contaba con el rechazo de algunas figuras del poder gubernamental.
En otra parte de su escrito, Ramírez llama la atención sobre la explotación que viene haciendo Exxon-Mobil en aguas del Esequibo. Pregunta por qué ni el Gobierno ni los partidos que lo apoyan, ni tampoco la oposición se han manifestado en contra de esta situación.
Le llama también la atención el silencio de los integrantes de la Fuerza Armada Nacional. “¿Por qué calla el sector militar? Sus oficiales y mandos, ustedes sí saben lo que implica este hecho tan grave para nuestra soberanía. Si la Exxon-Mobil inicia producción allí, bajo licencia guyanesa, entonces el vecino país estará ejerciendo soberanía en nuestro territorio, bloqueando nuestra salida estratégica a la fachada atlántica, la transnacional estará llevándose nuestro petróleo y vendrán más transnacionales a posesionarse de nuestros recursos. ¿No es evidente? ¿no es grave acaso?”