Rafael Simón Jiménez: Todo el mundo salió ganando con la salida de Lepoldo López
Jiménez cree que las políticas de López sobre eventos del país han sido totalmente desacertadas y nos han sumido en «el foso»
El exvicepresidente del Consejo Nacional Electoral (CNE) Rafael Simón Jiménez considera que la salida de Venezuela del líder político Leopoldo López benefició tanto al coordinador nacional de Voluntad Popular, al régimen de Nicolás Maduro y al gobierno de España. A su juicio, la fuga del opositor le permitió reunirse con su familia; al Ejecutivo nacional no contar con un «factor de perturbación» y al embajador ibérico que llega de Cuba en sustitución de Jesús Silva Fernández se le quita el problema de un «invitado incómodo».
Jiménez, a pesar de celebrar la salida de López y el reencuentro con su familia tras varios años de reclusión en diversas etapas, cree que a la administración de Maduro le conviene tenerlo fuera «y anulado parcialmente» porque «no es lo mismo dirigir un movimiento político en el país que fuera de él aunque el exilio sea activo».
Según su análisis, España ha venido buscando un acercamiento con Venezuela para resolver el tema del cambio del embajador en Caracas, que no podía hacer evidente porque Jesús Silva Fernández «es un hombre de la derecha española» y como la Unión Europea reconoce a Juan Guaidó como presidente interino, era más complicado hacerlo.
Desde Venezuela tampoco se podía cambiar al embajador en Madrid, porque el representante de Guaidó es Antonio Ecarri Bolívar. Además enfatizó que el entonces canciller ibérico y ahora alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, inició una serie de acercamientos cuando la embajadora del bloque fue expulsada por el Ejecutivo venezolano que derivó en el cambio de los embajadores.
Dijo que el embajador español Juan Fernández Trigo, el diplomático que sustituye a Silva en el cargo, está «comprometido» con el PSOE y con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien entre otras cosas abogó para que a Leopoldo López se le diera casa por cárcel. Indicó que a partir de entonces, se le ofreció el exilio al político, cosa que rechazó en varias oportunidades «porque siempre había una expectativa» de «aventuras» como el fallido alzamiento militar del 30 de abril de 2019 y de la Operación Gedeón.
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Su salida de la embajada de España deja abiertas varias hipótesis, que serán despejadas por el mismo Leopoldo López, mientras que al Ejecutivo liderado por Maduro le interesa estar bien con Madrid porque es «la entrada» a la Unión Europea y mejorar a mediano plazo las relaciones bilaterales.
Entrevistado por Vladimir Villegas en el programa «Vladimir a la Carta», Rafael Simón Jiménez criticó que aquellos que ahora están en el poder, se convirtieron en las personas que en antaño repudiaron y lucharon contra ellas. Recordó que visitó a Hugo Chávez en la cárcel de Yare y dijo que al comparar cómo dicen que son los centros de reclusión como La Tumba con lo de esa época, antes era como los actuales hoteles donde albergan a los enfermos de covid-19.
Aprovechó para revindicar que es necesario liberar a todos los presos políticos, que deben ser soltados de una vez y no por «cuenta gotas» ni ser usados como «moneda de negociación». Y si se esfuerzan en mejorar su imagen internacional es lo que deben hacer, pero el mantener a los detenidos por delitos de conciencia es «una de las cosas que la oscurece».
Sobre la detención del periodista e integrante de Voluntad Popular, Roland Carreño, dijo que hay cosas que «no cuadran», así como el arresto de una cocinera y otros trabajadores de la embajada, unos elementos que deberían ser considerados por funcionarios como Tarek William Saab y actuar en pro de la defensa de los DDHH.
Por otro lado, Jiménez cree que las políticas aplicadas por Leopoldo López como líder opositor han sido totalmente «desacertadas» y subrayó que tanto él como los demás líderes deben dejar a un lado la figura del mesianismo y creerse salvadores del país.
«No nos va a salvar un milagro. Dios actúa por intermedio del ser humano. El señor López tiene metido, no sé si es parte de su formación de la infancia, que como es descendiente de Juana Bolívar en séptima generación, se le dio el mandato de venir a resolver el problema en el que estamos. Lejos de resolverlos, bajo la inspiración de sus errores, lo que nos han hecho es meternos cada vez mas abajo», enfatizó.
De igual forma, cree que la realización de las elecciones parlamentarias, si bien no son la solución, «puede ser un punto importante en el reagrupamiento opositor y en el trazado de una ruta (…) puede ser el comienzo del reagrupamiento, de repensar la estrategia para salir de esta situación».
Además, puntualizó que la conducción López-Guaidó lo que ha hecho es reiterar el error sin originalidad alguna, haciendo hincapié en la propuesta para realizar una consulta popular a la par de las elecciones parlamentarias, un proceso que no contará con los controles que se le está exigiendo al ente comicial. A la larga, opinó que ese proceso no tendrá elementos que cambien el escenario político.
También expresó que, «es mentira cuando el Gobierno dice que quiere una nueva oposición, ellos quieren esta misma oposición que les ha permitido estar 20 años en el poder.»
Afirmó sentirse «livianito por hacer lo correcto», refiriéndose a su salida del Consejo Nacional Electoral y reiteró que cuando él entró al ente comicial fue por la idea de que el régimen podría estar interesado en hacer un proceso que «mejorara su imagen», pero al final a su juicio, resultó mentira porque el Ejecutivo está es interesado en mantener la oposición liderada por Juan Guaidó. «El Gobierno quiere que la gente se abstenga».
«Cuando entré al CNE vi que el Gobierno lo que quería era abuso de poder y ventajismo, yo decidí confrontar eso desde la calle. No cometí un error entrando al CNE, ni saliendo de él”.
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“Si el Gobierno hiciera una elecciones donde sólo ellos participaran, igual se harían trampa entre ellos.»
Indicó que el simulacro electoral estuvo «opacado» por la «muestra de abuso de poder» que se evidenciará en la campaña electoral y ante la posibilidad de un segundo simulacro, manifestó estar de acuerdo porque el elector conocería mejor las máquinas. Sin embargo, puntualizó que la única forma de defender el voto es con la presencia de testigos en las mesas.
Cree que en Venezuela es necesario resolver tres problemas fundamentales: El Sistema Eléctrico Nacional, Pdvsa, y solucionar la hiperinflación, cosas que se pueden arreglar a través del acceso internacional a deudas, créditos y otras herramientas financieras que actualmente no puede hacer el régimen.
Respecto a la llamada «ley antibloqueo», Rafael Simón Jiménez sugiere que lo que puede venir es la reprivatización de las empresas y participación de capital privado, «pero el problema es la transparencia». También cree que las elecciones de EEUU tendrán incidencia sobre Venezuela, porque los republicanos y demócratas tienen manejos distintos sobre el tema.